La vida de un peregrino rebelde.

Capítulo 10: El espacio ASTRAL.

Han pasado unos días dese que Manu y yo tuvimos aquella conversación, en la que me di cuenta de lo que soy, y desde entonces he estado nervioso y ansioso por saber más sobre mí, sobre todo esto, y aun más, sobre que sucede en cuanto a los peregrinos. Son dudas que, de momento, para mi están en segundo plano, pues hoy me toca aprender a entrar en la "zona ASTRAL", y no es que diga ASTRAL en plan gritando, sino que de poner astral, Manu me sermonea, diciéndome que es una falta de respeto ponerlo así, ¿Qué se le va a hacer? Como sea, es mi momento de probar cosas nuevas.

Voy llegando a casa, y ya veo a Manu desde lejos, sentado en el techo de mi casa como me diría que estaría esperando (entre más cosas me dice sobre los peregrinos y los contraparte, más extraño se pone este tipo).

-Entonces, por fin llegas.

-Sabes que los martes tengo clases hasta más tarde que tú, Manu.

-Siii lo sé, pero siempre había querido decir eso.

-Vale no hay problema, aunque si me permites preguntar ¿Por qué esperarme en el techo?

-Para probar esto *Manu me empuja fuerte hacia la orilla, haciéndome instintivamente abrir mis alas para evitar la acida*

-¿ESTAS LOCO? Alguien me podría ver en pleno vuelo, imbécil.

-Sí, eso pensaría si no supiera que solo te puede ver tu contraparte en este momento.

-¿Cómo dices?

-Vale, en resumen, con la fuerza de peregrino que posees en estos momentos, apenas puedes volar, tu energía no es lo suficientemente grande, como para que siquiera otro peregrino pueda notarte, yo en cambio, estoy asignado a ti, por más débil que seas, soy el único que puede verlo.

-Bueno, si ya terminaste de llamarme debilucho, empecemos con el motivo que me tiene aquí.

-Mmm no hay problema, sentémonos y vayamos a la zona ASTRAL.

-¿Y cómo se supone que haremos eso?

Manu y yo nos sentamos en medio del techo, cierro mis ojos, respiro, y cruzo mis alas en forma de equis. Escucho unas palabras extrañas que salen de la boca de Manu, y de repente, dejo de sentir el piso, comenzamos a flotar y PUFF, aparecemos en un lugar totalmente blanco, en el que ambos flotamos por obra de nuestras alas.

-Pues bien, esto, es la zona ASTRAL, aquí te enseñare a hacer las cosas que podrás hacer, conforme te vayas desarrollando el espíritu.

-¿Cómo va esto de desarrollar el espíritu?

-Sencillo, mientras más poder, mayor es el espíritu. Comencemos haciendo esferas de energía, luego arrojándolas, después con hacerlas estallar, y finalmente aprenderás a contraatacar. Son las cosas básicas, que necesitaras aprender para poder pelear con otros peregrinos, así como también, con otros contrapartes.

-¿Y por qué pelearía con otros de los nuestros? ¿No que somos todos de un mismo grupo? ¿No vinimos con un mismo propósito en común?

-Lamentablemente no, John, los peregrinos y los contraparte estamos en declaración de guerra en estos momentos.

-Pero ¿Por qué?

-Resulta que hay dos bandos: Los que quieren aprovecharse de los infortunios de la humanidad, para mantenerse jóvenes y eternos, y con ello enfrentar al firmamento junto al inframundo; Y los que queremos evitar que eso ocurra.

-¿Y cómo piensan conseguir eso?

-Tenemos dos opciones: 

1) Vencerlos y limpiarlos de sus dones.

 2) Vencerlos y que sus dones se encarguen del resto.

-No entiendo mucho la opción 2...

-Pues ¿Cómo decirlo? Cuando te sobrecargas de infortunios, llámese de otra manera, de energía de peregrino, tu cuerpo colapsa, y con ello, tu vida ya no sería más.

-Entonces, los matan con lo mismo que los mantiene vivos...

-Técnicamente, les damos lo que nos piden.

-¿No creen que haya una mejor manera de hacer esto?

-No se trata de eso, John, o los matamos a ellos, o ellos nos matan a nosotros...

-Entiendo... Como sea, olvidemos por un momento todo el tema y empecemos a entrenar ¿Vale?

-Vale, aunque las esferas de energía no son mi trabajo ensenártelas.

-¿Qué? Entonces ¿Qué hacemos aquí?

*una persona misteriosa aparece tras mi espalda*

-Bueno, pues vinieron para que yo te enseñe a ti, o eso me dijo Manu.

-Un momento... ¿BLANCA?

-Hola John ¿Qué tal?

Continuará...