Tras las rejas.

Capítulo 3.

«Yoongi POV»

-Miren que tenemos aquí, el nuevo oficial es amante de Min Yoongi- escucho la voz de buster a mis espaldas y el rostro de jimin se torna más pálido que mi propia piel. Escucho murmurós por todo el comedor.

-¿No es ese al chico que defendió y por eso esta ahora preso?- sentí hervir mi sangre.

-¿Quien ah dicho semejante estupidez?- Mire a todos pero nadie contesto, aprieto los puños. -Trataba de llevarme bien con el nuevo para que nos dieran un mejor menú en la cafeteria pero gracias acaban de arruinarlo- denuevo comienzan los murmullos y jimin me mira confundido.

-Eso está mal recluso, acompáñame, me encargaré de que seas castigado- me toma de la muñeca aparentando que aprieta con fuerza pero no me hace ningún daño, salimos de ahí y él me sonríe.

-Bien echo cariño- seguimos caminando sin mirarnos y el me da jalones de vez en cuando, no lo hace fuerte pero yo finjo que lo hace con fuerza. Al final me lleva hasta mi habitación y esta vez me mete de un empujón y se va, bueno no lo culpo ahora ya que era necesario que lo hiciera pero me ah dejado encerrado de verdad. Doy un suspiro y me recuesto en mi cama.

-Eso fue peligroso- susurro para mi mismo.

-¿Que fue peligroso?- pregunta buster desde afuera de la reja.

-Ese estúpido por poco me lleva con el director- el asiente no muy convencido.

-Pues si que es estúpido, ¿ahora yo como entrare?, también duermo aquí- me encojo de hombros -tendré que buscarlo- se retira rápidamente y yo me levanto en un estúpido intento por detenerlo, ahora me siento frustrado, ese imbécil buscará a jimin. Golpeó furioso la pared a mi lado.

-Mierda, mierda- alboroto mi cabello y doy vueltas por el pequeño espacio en el que estoy confinado.

«Jimin POV»

-Eh chico nuevo- una voz ya conocida me altera.

-Es...oficial- digo tratando de parecer rudo o alguien respetable.

-Si claro, estúpido oficial deseo dormir-

-Pues hazlo- el ríe y mofa ante mi comentario.

-Acabas de encerrar a tu amante y Yo duermo ahí, somos compañeros- me sorprende lo tonto que eh sido, es cierto que en la cárcel los malos comparten reja. Voy corriendo hacia donde esta hyung y el otro hombre me sigue.

-Hyung....- me tapó la boca inmediatamente y no puedo evitar mirar asustado a hyung. Mi corazón late muy rápido.

-¿Que esperas?, abre- asiento y abro la puerta tentandome a la presencia de Yoongi-hyung.

-Te salvas por esta vez- le digo a hyung y me doy la vuelta para irme, cuando estoy un par de metros alejado de ahí volteo hacia atrás y noto que hyung ah salido al pasillo y me mira fijamente, siento un escalofrío recorrer mi cuerpo, un escalofrío que me da asco.

¤¤

-No quiero que vuelva a suceder algo así, no mantengas contacto con estos cerdos, solo tienes autorizado ponerlos en su lugar-

-Si tío- me levanto y me inclino ante él.

-Por cierto, deberías dejar de pretender a esa chica, si esta en esta cárcel es porque no es buena para ti, menos mal que te toco en la sección de los hombres- trato de ocultar mis nervios y salgo de su oficina casi corriendo.
Es muy duro no poder contarles a todos sobre hyung, mis padres e incluso mi tío saben de la existencia de Yoongi como "el vengador de jimin" pero no es sólo eso para mi, me gustaría gritar a los cuatro vientos que quiero salir con él oficialmente.

-Hyung- susurro para mi mientras me recargo en la puerta de la que acabo de salir, respiro profundo y continuó mi camino, se supone debo patrullar los alrededores.

-¿Perdiste algo?- me topo de frente con el rostro de yoongi, ese escalofrío de antes vuelve y no puedo evitar plasmar asco en mi cara.

-Hyung...creo que eres tu quien se perdió- se encoje de hombros. -Estás muy lejos de tu sección- el me sonríe.

-Por esta zona nunca hay nadie y por suerte hoy estas tú- Yo miró hacia todos lados y es cierto, es un pasillo solitario.

-Guau, creo que no preste atención por donde iba- el sigue sonriendo y yo hago igual,

-Hemos descubierto un lugar con privacidad para nosotros- el acerca su mano a mi mejilla y yo sigo sonriendo a su acto, hyung realmente me gusta. 

-Hy...hyung...- digo casi como reclamo ya que el me arrastra hasta una pequeña habitación que parece ser inservible, no creo que nadie viniera aquí en mucho tiempo. Él cierra la puerta tras de él y me toma de las muñecas sujetandome contra la pared. -Hyung...alguien puede...- sus labios interrumpen a los míos y yo correspondo. Su respiración se escucha agitada y creo que la mía también, los labios de hyung saben a fresa, una tierna fresa.