Narra Nagisa
Seguía acostado sobre el pupitre de Koro-Sensei, la sangre corría por mis piernas, me dolía mi entrada. Esto era como una pesadilla. Trate de bajar y ponerme de pie, pero mis piernas no respondieron y caí al suelo, sentado. Gritos se escaparon por mi garganta.
Trate de vestirme, pero cualquier movimiento me dolía, con la ropa mal puesta, arrecostandome a las paredes logre llegar al baño. Busque papel y lo moje, para luego apoyarme en el lavamanos. Me baje el pantalón, mi ropa interior estaba manchada de sangre. Tome el papel húmedo y trate de limpiarme, lágrimas salían de mis ojos. Cuando termine de limpiar su semen que dejo en mis glúteos, volví a vestirme.
Salí del baño, aún usando las paredes de apoyo, sentía la sangre caer en mi ropa interior. Karma me había destruido, tanto física como de manera psicológica. No podía caminar más, pero quería salir de ahí, cerré mis ojos y me obligue a llegar a casa.
Me sentía tan débil, cuando llegue a casa, estaba por anochecer. Entre a la casa, mi mamá me pregunto si iba a cenar, le dije que no tenía hambre, para retirarme a mi habitación. Entre y le puse seguro a la puerta, mientras caminaba al baño, abrí la pluma del agua, para llenar la tina con cuidado me senté dentro, busque una esponja, para tallar mi cuerpo y borrar cada roce del maldito Akabane sobre mi cuerpo.
Llore todo lo que pude, pensé que me quedaría sin lágrimas pero no fue así, me acomodé en la cama, hasta que me quede dormido. Tal vez por el cansancio no me levante en toda la noche.
Un grito me despertó, trate de levantarme pero no pude.
Nagisa me llamo mi madre, tenía la llave en la cerradura de la puerta en sus manos. En la otra tenía mi ropa interior manchada de sangre en sus manos. La soltó inmediatamente, me quito las sabanas, un grito desgarrador, salió de su garganta.
¿Quién te hizo esto?, porque no me lo dijiste anoche. Por eso llegaste tan tarde.
Yo.......empece a sollozar, mi madre me abrazó. Aquí estoy Nagisa. Me tomo en brazos, yo coloque mi cabeza en su pecho. Bajo las escaleras, tomando las llaves del auto para ir al hospital.
Narra Hiromi Shiota.
Como era posible, ¿quien le había hecho eso a mi hijo?. Es un niño solo tiene 15 años. Manejaba como loca, aguanta mi niño, tu mamá ahora esta aquí. No puedes graduarte de mi, me necesitas a tu mamá. Seré tu apoyo, tal vez no lo fui antes con mi obsesión, pero aun puedo reparar mi error.Cuando llegue con Nagisa al hospital, llame a un médico de urgencia, le dije que habían violado a mi hijo de 15 años. Rápidamente buscaron una camilla y lo internaron. No sabía mucho de los amigos de Nagisa, solo el pelirrojo que me dijo que se llamaba Karma, un beisbolista que no recuerdo su nombre y una chica adicta al pudín. Es triste darme cuenta que no conozco a mi hijo.
El doctor salió, me dijo que Nagisa estaba dormido. Que habían curado su recto, pero que sangraría unos días. No debe comer comidas sólidas, solo líquidos. Lo tratamos por enfermedades de transmisión sexual, ya que encontramos semen. Otra cosa es importante que sepa que su hijo es doncel, también lo tratamos para evitar un embarazo.
Tiene alguna idea de ¿quien pudo haberle hecho esto?. Negué, regreso de la calle, subió a su habitación, pero esta mañana no contestaba, abrí la puerta del cuarto y cuando entre vi su ropa tirada la tome y descubrí la sangre en su ropa interior.
Llame a su padre y le dije lo que había sucedido, ambos estábamos ahí en su habitación. Cuando los gritos y el llanto empezaron. Nos acercamos a la cama de Nagisa, yo lo sostenía en mis brazos, estoy sucio mamá me quiero morir me dijo.
Narra Autora
Un pelirrojo miraba su cuarto, las fotos del libro que le dio Koro-Sensei. Se relamió los labios, mientras sobaba la foto de Nagisa. Volveré a hacerte mío Nagisa, tu cuerpo es una delicia.@@--@@
Pobre Nagisa.
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Perdida de confianza
FanfictionNagisa Shiota después de la muerte de Korosensei, pierde la confianza en todos, tras sufrir un horrible suceso la última vez que visito el salón de la Clase E, justo después de su graduación. Lo peor fue de quien vino la agresión. Nunca pensó que él...