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Narrator's POV's:

La canción de Candy Store de Heathers empezó a sonar. Era su tono de teléfono.

A duras penas estiró su brazo para alcanzarlo en la mesita de noche, pero éste no estaba ahí.

Abrió ligeramente los ojos y pudo divisar el aparato en su mesa de trabajo, junto a el plano que estaba listo.

Como pudo, se sentó en su cama y talló ligeramente sus párpados.

Un escalofrío recorrió su espalda. Su piel se había erizado del frío.

Al enfocar su vista, confirmó el hecho de estar desnuda en su habitación.

Las imágenes de lo que había sucedido el día anterior llegaron a su mente, sintiendo vergüenza de sí.

"Me entregué a Adrien" pensó ella.

Nunca creyó que algún día se entregaría a alguien, y mucho menos con Agreste.

Tal vez hace unos días habría pensado hacer tal acto con el felino, pero las cosas eran diferentes y se entregó a la persona que correspondía verdaderamente a sus sentimientos: Adrien Agreste.

Agarró su ropa interior y contestó la llamada, la cual era de Mackenzie.

—Hola, Mack...

—Niña, si no llegas en menos de quince minutos, la señorita Bustier no será compasiva.

No contestó y simplemente colgó la llamada.

Por parte de Mackenzie, se hechó a reír por lo bajo mientras guardaba su móvil.

—¿Qué es tan gracioso?—Le preguntó la de cabellos azules.

—Luego lo verás.—Rió ligeramente cubriendo su sonrisa.

—¡Marinette!

Ambas chicas giraron a ver quién haría tal llamado, y al darse cuenta de que era Alya, Marinette simplemente siguió su camino; dejando a Dawson sola con la bloguera.

Mackenzie había arreglado las cosas con Chloé el día anterior, cosa que hizo que no intercambiara palabras con Césaire. Ella sabía que no tenía problemas con ella, pero, cuando se metían con su mejor amiga, era su asunto también; en cierta manera.

Alya hizo una pequeña mueca de tristeza al ver cómo la chica de ojos zafiros se alejaba, provocando compasión a la de cabellos rosados.

—Hey.

La de lentes miró a la solista, quién tenía una pequeña sonrisa.

—Sé que no es mi asunto pero... Sé que Marinette te daría una segunda oportunidad; ella es así.—Dijo viendo que la azabache se había acercado a la señorita Bustier.—Solo que... Creo que a veces es una alcachofa.—Rió por lo bajo.

—¿Alchachofa?—Preguntó confundida la morena.

—Cosas de mi padre.—Resopló.—Sé que no eres mala persona, Alya. Simplemente te dejaste llevar por la emoción.

Césaire asintió apenada.

—Aunque todavía no entiendo las relaciones de Chat Noir con ellas.—Dijo viendo a Marinette todavía con la señorita Bustier, quien parecía que amablemente le explicaba alguna cosa.—Trataré de buscar la verdad a fondo.—Suspiró.—Y lo siento si te sentiste incluída en el asunto por _____. Yo también me incluyo en los problemas de Marinette; o... Lo hacía. —Resopló.

—No te preocupes. Ella te perdonará.

(*)

Faltaban quince minutos para que las clases empezaran, y en eso, llega la joven Lefebvre a la secundaria Françoise Dupont, tranquilamente.

Mackenzie estaba boquiabierta creyendo que su mejor amiga llegaría pensando que tarde y estaría mal arreglada.

—Cierra la boca Mack. Se meterán las moscas.—Rió ligeramente la castaña viendo la cara de sorpresa de la muchacha.

—P-Pero y-yo creí q-que...

—¿Llegaría tarde? Vi la hora en la que llamaste Mack.

Gómez rió avergonzada rascándose la nuca al saber que fue descubierta. Era mala para las bromas.

—Por cierto, te vez diferente. Con aires distintos.—Comentó al momento en que la joven carpintera dejó sus cosas en el lugar que anteriormente Sabrina había utilizado.

 —¿A qué te refieres?—Preguntó tratando de no hacer notar su nerviosismo.

—Tu caminar es diferente... Como si te hubieran abierto las piernas contra tu voluntad.—Afirmó viendo de pies a cabeza a la muchacha.

Sintió su rostro arder, y de este empezó a escurrir un pequeño chorro de sudor. Sus manos hicieron lo mismo de manera no tan notoria.

"No fue contra mi voluntad."

—Dime, _____. ¿A qué hora llegaron tus padres ayer?—Dijo acercándose mas a ella.

—No l-lo sé.—Tragó sonoramente.

—¿Cómo que no lo sabes?

—Y-Yo...

«Ring... Ring...»

Habían tocado el timbre de entrada a clases. En eso, entraron los que faltaban en llegar, quienes eran Adrien y Nino; solo que el primero estaba tan concentrado en unos papeles que no alcanzaba a notar.

Resopló de alivio.

"Salvada por la campana."

•••

Read you later (?

-May.

Sólo Por Las Noches || Chat Noir/Adrien AgresteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora