27 |Capítulo final|

976 52 20
                                    

Narra Chandler:

El día entero fue una tortura.

No podía comer, vestirme o concentrarme en algo sin pensar en ella, _________ ocupaba toda mi mente. La preocupación, angustia y tristeza me invadían por completo.

Cada dos minutos observaba mi teléfono por si tenía alguna llamada o mensaje de Emma.

Me encontré con los chicos varias veces y esta vez me senté con ellos en recreo, no pareció importarles, pero nadie dijo nada.

El timbre de salida fue como un sonido de alivio, y es que el saber que la vería era lo más reconfortante.

Salí como un rayo y subí a mi auto, sin pensarlo dos veces. Entonces arranqué lo más rápido que pude hacia el hospital.

Al llegar aparqué en el primer lugar disponible y me apresuré a entrar.

Me dirigí hacia el pasillo, donde estábamos ayer; cuando al fin doblé la última esquina, pude ver a Emma sentada cabizbaja, me acerqué a ella y toqué levemente su hombro, se levantó de un sobresalto y por un momento me sentí culpable por ello.

Al verla más de cerca, se notaba que no había dormido, las marcadas ojeras se veían con demasiada pronunciación bajo sus ojos, su piel parecía haber palidecido unos cuantos tonos más y su desmarañado cabello, complementaba perfectamente su cansada imagen.

-Chandler...- dijo suavemente mostrando una levísima y casi imperceptible sonrisa.

-¿Se encuentra bien?- fue lo primero y lo único que pude preguntar.

Ella asintió como respuesta.

-¿Y ella?- mi respiración se detuvo, mientras preguntaba eso.

-No me han dado noticias, Chandler; por eso no te he llamado. Y aún no sale del quirófano.- dijo bajando la mirada y mordiendo su labio, el mismo gesto que hacia ________ para no llorar.

-Todo va a salir bien.- fue lo único que pude decir.

-Eso espero...

La volví a observar realmente se veía mal.

-¿Por qué no va descansar?- le dijo yo esta vez- Yo puedo quedarme, le avisaré cualquier cosa, además la operación terminará aproximadamente a las 4 pm, recién son las 12:45...

Ella me miró.

-¿Podrías quedarte aquí, Chandler?- preguntó.

-Claro.

- Gracias, enserio gracias... Debo ir a ver a mis pequeños los dejé con una niñera, pero necesito verlos... Sólo iré a tomar una ducha, a comer algo y volveré... Por favor manténme informada de todo.

-Lo haré...- dije.

En ese momento, Emma tomó su bolso y tras volver a agradecerle salió.

Al poco rato llegaron los chicos, me saludaron y tomaron asiento a mi lado.

Pasamos la tarde así, en silencio, nadie hablaba, ni decía nada; porque aparte de que las enfermeras nos reclamarían, nadie tenía nada que decir, o al meno eso creía. En un momento determinado Sam se acercó a mí.

-¿Cómo te sientes, hermano?- dijo dándome una palmadita en la espalda, hacía mucho tiempo que no lo había oído llamarme así.

-No lo sé.- dije viéndolo directamente a los ojos- Sam- lo llamé.

-¿Si?

-¿Estamos bien? Quiero decir tú y yo... Y los chicos...- añadí- No me guardan rencor o me odian.

Cenicienta (Chandler Riggs Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora