Cenicienta (Chandler Riggs Y Tú)

Capítulo 1

|Narra ______|

La alarma sonó y me levanté con rapidez, casi por instinto, no quería retrasarme y tener que enfrentarme a la furia desmedida de mi madrastra.

Me apresuré a tomar una ducha, y a vestirme, opté por la falda negra y la camisa blanca que casi siempre usaba, regresé la vista hacia el pequeño objeto que se había encargado de  despertarme: 4:30 AM. Salí de mi cuarto casi corriendo, mientras terminaba con la coleta que ataba mi largo cabello.

Era tarde.

Entré sigilosamente a la habitación de mi madrastra para recoger toda la ropa sucia tirada en el suelo, luego hice lo mismo en los cuartos de mis hermanastras, me dirigí al cuarto de lavado y metí algunas prendas en la lavadora, mientras me dispuse a lavar otras a mano, ya que Mery (mi madrastra) odiaba que lavara la ropa costosa, los pantalones y la ropa interior en la lavadora, mientras hacía todo esto recordé cuando todo era distinto, cuando no tenía que hacer nada de esto, ni ser esclava de nadie.

Flashback

Cuando tenía 5 años todo era perfecto, mamá y papá se amaban y me querían mucho, eramos una familia muy hermosa y ante todo unida, yo era el centro de su vida, y de algún modo ellos, eran el centro de la mía.

Hasta que aquello que llamaba vida decidió dar un gran cambio, un giro de 180 grados, con la muerte de mi madre en ese terrible accidente de autos. No fue fácil ni para mi padre, ni para mi lidiar con esto ¿fue doloroso? como no se tiene idea, sin embargo, todavía contaba con el cariño de papá, quien a pesar de todo, nunca se rindió y me dio fuerzas para seguir adelante, yo era su motivo para continuar luchando, y él era el mío, nunca me falto su amor, su confianza, su alegría y sobre todo su paciencia.

Todo iba bien entre los dos, hasta que me confesó que había conocido a alguien más. Fue algo muy impactante para mi, pero no iba a impedirle a mi padre ser feliz. Él decidió organizar una cena para que conociera a Mery y a sus hijas: Hana, Rachel y Brianna, tal vez sin imaginar que aquella noche el mismísimo demonio entraría en nuestra vida.

Ellas al principio fueron amables conmigo, hasta me trataban como un miembro de su familia, incluso después de la boda de papá y Mery. Pero cuando mi padre murió todo cambio entre nosotras, creo que lo que pasó en realidad es que se mostraron como eran en realidad.

Lastimosamente ahora estoy aquí, pero no como un miembro de la familia sino como su sirvienta, aguantando toda clase de insultos y ocurrencias, con el fin de tener un lugar en donde vivir.

Fin de Flashback

Al terminar de lavar, colgué la ropa en el patio para que con los rayos del sol, pudiera secarse aún más rápido; limpié la sala; arreglé los sillones; barrí el patio, alimenté a Max (el perro) y luego entré a la cocina, lavé los platos que dejaban mis hermanastras en las noches cuando tomaban sus pequeños bocadillos nocturnos, barrí y pasé el trapeador por todo el lugar y finalmente hice el desayuno. Mire el reloj: las 8:38, me apresure a colocar cada plato en una bandeja. Subí primero con dos, las puse en una mesita y luego regresé por las otras dos.

Inspiré profundo e ingresé al cuarto de mi madrastra, con la bandeja en mano.

—Buenos días... —dije cerrando la puerta.

—¡Ya era hora! —exclamó Mery con notorio sarcasmo.

—Lo siento se me hizo un poco tard...

—Niña, niña, niña... Ya te he dicho que no me gustan las excusas, si no te alcanza el tiempo levántate más temprano... Ah y abre las cortinas, odio que la habitación se vea tan oscura y haz lo mismo con las cortinas de las habitaciones de mis princesas...