Capítulo 6

1.3K 78 60
                                    


|Narra _______|

Las clases habían finalizado y, desde ya, tenía demasiadas tareas; a pesar de ser el primer día de clases los profesores no habían tenido ni un poco de compasión.

Lo único malo era que en la última clase del día no coincidía con ninguno de mis amigos, pero todo tenía su lado bueno y en ese caso tampoco coincidía con ninguna de mis hermanastras.

Con el sonido del timbre, que anunciaba el fin de la jornada escolar, recogí todos los materiales que había utilizado y me dirigí a mi casillero a guardar lo que no necesitaba y a llevar las cosas que sí precisaría, durante el trayecto no encontré a nadie conocido; sin embargo cuando estaba dispuesta a marcharme, comenzó el verdadero problema.

—¡Ey ________! —gritó alguien, por lo cual regresé la vista, en el momento justo para observar a Hana tomar mi mochila y vaciar todo su contenido sobre el suelo, mientras Brianna y Rachel se burlaban.

—¿Qué demonios te pasa? —dije verdaderamente molesta, mientras recogía todas mis cosas.

Ellas rieron durante un par de segundos y finalmente terminaron alejándose. Pero qué les sucedía, por qué habían hecho eso, ni siquiera me habían dicho una sola palabra, tan solo tiraron mis cosas y se alejaron, aquello me pareció raro, era como si estuviesen distrayend... ¡Oh por Dios! ¡el autobús! Iba a perder el autobús, debía llegar cuánto antes, tomé todo y corrí hacia la salida. Al llegar mi transporte ya no estaba, se había ido sin mí, ¡genial!, ahora debía caminar, por lo cual tardaría al menos media hora.

Tomé asiento en una banca cercana al estacionamiento, en este colegio casi todos tenían auto, excepto los que no podían, ni sabían conducir y los pobres, para mi mala suerte era ambos.

Ordené y guardé todo, observé a mi alrededor, tan sólo quedaban un par de vehículos.

Bien, estaba lista para irme, había dado unos cuantos pasos, cuando escuché... ¿mi nombre?, agudicé aún más mi oído y sí, alguien me estaba llamando, dí media vuelta encontrándome de frente con unos profundos ojos azules. Chandler se había acercado a mí y al girar quedamos de frente, a pocos centímetros de distancia.

—Te ves muy linda cuando te sonrojas. —me dijo él con una sonrisa.

No pude evitar sonrojarme, me encontraba tan cerca de Chandler que prácticamente estábamos respirando el mismo aliento, le devolví la sonrisa y me separé un poco de él.

—¿Por qué no te has ido? —me cuestionó—. Ya es tarde, casi todos se han marchado.

—Es una larga historia... —dije— para resumírtela perdí el autobús y cuando me viste estaba caminando hacia mi casa, ¿y tú? ¿por qué no te has ido?

—Recuerdas cuando el Sr. Hudson me envió a dirección, pues el director no estaba, por eso tú y Sam no me encontraron, su secretaria me dijo que viniese a la salida y eso hice por eso me quede hasta esta hora y agradezco que haya sido así, sino jamas te hubiese encontrado. Ven conmigo, te llevaré a casa.

—¿Enserio? —pregunté un poco nerviosa e incrédula.

—Claro que sí, vamos sube al auto... —dijo sonriéndome.

Chandler caminó hacia un hermoso convertible de color negro, lo seguí y al llegar al auto, él se apresuró a abrirme la puerta, luego rodeó el vehículo y subió al puesto del conductor.

—Tu auto es muy lindo... —dije, observando maravillada cada detalle del vehículo, mientras él encendía y echaba a andar el convertible, provocando que el viento revolviera mis cabellos.

-¡No más que tú......!-contestó, por lo cual el rubor volvió a mi rostro-......te he hecho sonrojar dos veces en menos de 10 minutos, pero tengo que admitir que es muy tierno y lindo cuando lo haces.......Ahora si vas a contarme porque perdiste el autobús....

Cenicienta (Chandler Riggs Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora