~PRISCILA~

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Al día siguiente cuando me despierto el sol está ya muy alto, bajo del árbol y sacio la sed con nieve. Como no he vuelto a encontrarme con nadie desde ese grupo empiezo a pensar de nuevo en como será morir de hambre pero me encuentro unas grandes manchas de sangre en la nieve y todos mis miedos vuelven. De manera inevitable por mi mente pasan las peores muertes que he visto en los juegos y miro a mi alrededor en busca de respuestas a las preguntas que se me arremolinan en la cabeza. Aunque no veo ningún movimiento, me alejo corriendo de allí.

A los pocos minutos no puedo seguir, hambre, frío y miedo, han hecho mella en mis capacidades. Me siento en una roca y veo en una rama baja, no muy lejos de mí, un pájaro gordo y feo. El animal me ve y hace un sonido horrible que me obliga a taparme las orejas con las manos pero, al momento es atravesado por una flecha plateada y cae muerto.

-¡Aaaaaah! -Rápido me tapo la boca. Acabo de gritar cerca de alguien con puntería.

-Vaya... ¡¿Hay una niñita por aquí?! -Dice una chica con sorna.

En cuestión de segundos me ve, salgo corriendo, y ella suelta el arco y me sigue de forma animal. No tengo mucho más aguante y sé que tengo que despistarla pronto pero, la nieve no lo pone fácil. Corro en zigzag entre los arboles y crece la distancia entre ambas. Aún en mi estado soy más rápida que ella. Cuando ya nos separan unos treinta metros tropiezo con algo y caigo de cara a la nieve. Intento levantarme pero es tarde, se me ha echado encima de un salto y me aplasta contra el suelo.
-Te tengo, enana llorona.

De repente, algo la embiste y ruedan hasta chocar con un árbol. Me levanto aturdida y con la cara llena de lagrimas dispuesta a seguir corriendo pero, le veo a él coger una gran piedra y matar a la chica de un solo golpe.

-¡¿Estás bien?! -Me grita mientras suena un cañonazo.
-Fergus...
Entonces me abraza y al segundo se separa nervioso. -¡Podría haberte matado!

Grita algunas cosas más que no logro entender ya que todo me da vueltas de la impresión, cosa que el parece notar ya que por fin para de gritar, respira hondo y me mira. 

-Vamos a por ese bicho, nos daremos un banquete. -Dice.

Siguiendo nuestras huellas, volvemos  a ver si el pájaro que mató la chica sigue allí. Al poco lo encontramos, y Fergus se ocupa de desplumarlo y despedazarlo, mientras yo hago una pequeña hoguera donde cocinar sin llamar mucho la atención.
-Fergus... -Digo mientras comemos.
-Dime.
-¿Por qué me has salvado?
Me mira en silencio y coge aire antes de responder.
-Llevaba unas horas siguiendo a la chica del arco para ver si podía quitarle lo que cazara, y cuando fue a por ti.. no pude evitar actuar. Me recuerdas a Priscila.
-¿Priscila?
-Mi hermana. Tenia tu edad y una larga melena negra, era como venir a los juegos con ella... - Dice mientras se seca una lagrima con la manga.

Los juegos del hambre - Johanna MasonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora