25. Día feliz (2/2)

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Maratón (4/6)

Después de que sonara el desesperante timbre teníamos que ir a clase, teníamos examen.

Abrazo a mi mejor amiga una vez más y me siento en mi asiento, con las mesas separadas, tenía a un chico detrás y a una chica delante.

La profesora  entra con su cara de amargada habitual.

- Chicos, callaros, voy a repartir el examen - dice la profesora con gesto serio, yo sonrío.

Me acomodo en mi asiento recordando cada número, cada letra y cada fórmula... Hasta que la profesora me reparte mi examen. Y trago saliva para después leer las preguntas y con un suave movimiento sacar la tinta de mi bolígrafo.

(...)

Me quedo paralizada en mi asiento mientras todos hablaban de sus resultados. Yo suspiro.

Joe se acerca.

- ¿Qué tal te ha ido?- me pregunta.

Me encojo de hombros.

- Ni idea- digo haciendo una mueca con una sonrisa de lado.

Salgo de clase por el simple hecho de que tengo un hambre de mil demonios.

El comedor está casi vacío, por lo que la comida que cojo aún está muy caliente y puedo coger más cantidad, patatas y pollo señoras y señores.

Me coloco en una mesa vacía.

- ¿Me puedo sentar?- pregunta Tyler

Le miro y enarco una ceja.

- No, siéntate con tu perra, espera, no la puedo llamar así porque de fiel no tiene nada- digo sarcástica.

Él se ríe.

- ¡Venga Sab! Antes nos llevábamos bien- dice sonriendo.

- Si, antes de que hicieras llorar a mi mejor amiga- digo pegándole un mordisco a mi suculento muslo de pollo.

Él enarca ceja y se sienta en la mesa.

- ¿Alguien te ha dejado sentarte?- pregunto molesta.

Él se encoge de hombros.

- ¡Qué te vayas!- grito dirigiendo la mirada de los que están en el comedor.

- ¿Pero por qué?- pregunta Tyler confuso.

- ¡Porque no te aguanto asqueroso mujeriego rompecorazones!- grito molesta.

- Uuuuh- se oye en todo el comedor.

- ¡Sab mira! ¡Sólo intentaba ser amable!- grita Tyler frustrado.

- ¡pues tienes la amabilidad en la punta del pie!- grito- ¡Tyler! ¡Creí que eras buena gente! ¡Creí que harías feliz a mi amiga! Y no solo una maldita vez, pensé que todos necesitan una segunda oportunidad pero tú, tú Tyler eres un mujeriego que piensas que todo gira al rededor Pero no... El que es mujeriego, es mujeriego ¿no?

Tyler gruñe y sale de un portazo del comedor.

Me siento de nuevo en mi mesa.

- ¡Cómprense una vida!- grito y muerdo de nuevo mi muslo de pollo.

Pero se me cae a mi camiseta blanca y gruño, me levanto de mi asiento.

- Hey, Sabrina- dice Chase sonriente.

- ¡No estoy de humor Chase!-grito apartándole de mi camino y era cierto.

Algunos del pasillo sueltan suspiros sarcásticos y algunas risas. Entro en el baño e intento limpiarme mi camiseta pero es imposible, suelto un gruñido. Voy a mi taquilla y cojo una sudadera que tengo por si acaso .

Entro de nuevo al baño, a un cubiculo me coloco mi sudadera gris y me siento en la taza del bater para hacer mis necesidades cuando una bola grande de papel mojado me cae en la cabeza y yo gruño, además me encontrado con la dulce visita de mi amigo Andrés ( nótese el sarcasmo).

Tiro de la cadena y me quito la bola de papel del pelo tirándola a la basura, me miró el pelo, tiene un poco de papel  higiénico así que me suelto el pelo, se me ha rizado por la humedad, suelto un gruñido.

Mi día feliz es una mierda, me miro de nuevo en el espejo, mi pelo despeinado, mi rímel corrido ¡por yo que sé que! Tengo un dolor de barriga impresionante, y mi sudadera ahora está húmeda por el papel, me recojo el pelo aunque sigue quedando fatal, me limpio el rímel con papel higiénico y vuelvo al comedor dirigiendo miradas de todos. Murphy me declaro odiadora oficial de tu persona y de tu maldita ley que tiene cierta preferencia hacia mi.

Lo del papel tengo muy claro quién ha sido y mi comida ya está fría, la dejo en la mesa y me levanto.

Me dirijo a mi taquilla para llamar a mi madre pero me acuerdo que está de viaje, quiero irme a mi casa, no quiero clase, no quiero pensar en cómo me ha salido el examen, no quiero pensar en qué pensará ahora Chase de mi, no quiero pensar en qué pensará hacer Matt para arruinarme más la vida, no quiero pensar en qué... ¡Pensar!

Por eso, para no aburrirme me tomo un chicle con fuerza ya que me he quedado con hambre aunque se que el chicle no me lo va a quitar aunque es lo único que puedo hacer para tranquilizarme, respiro profundamente y apoyo mi espalda en las taquillas para después hacerme resbalar hasta quedar sentada en el suelo con la espalda pegada a las taquillas y los brazos cruzados y me dedico a pensar en mi venganza, he intentado ser buena con el mundo, ser buena con mis amigos, ser buena con mis enemigos ¡pero se acabo!

Maldita sea todo, y tú Murphy, lo empeoraste todo.

¡Y no puedo tener ni un día normal!

No, volveré ha intentar ser normal, no volveré a intentar ser como las chicas normales.

Me voy a vengar... No solo de ti Morgan, ¡sino también del mundo! ¡De la ley! ¡De mi vida!

No se saldrán con la suya, no con Sabrina Homes, no.

Mi ley de murphyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora