Joe
Jueves, todo el mundo adora el jueves ¿no?
En realidad no, el jueves no le suele gustar a nadie
O si...
O no...
Perdonadme, paso mucho tiempo sola.
Llego al instituto y entro en mi clase, aún no hay nadie, me siento en un sitio del centro... Nunca me ha gustado llamar la atención. Empiezo a revisar lo que dimos la clase anterior. Alguien se sienta a mi lado.
- Buenas- me saluda Scott.
Ruedo los ojos.
- ¿No me contestas?- pregunta Scott elevando una ceja.
- No necesito entablar conversación con estupidos - susurro.
- Yo no soy estupido- dice cruzándose de brazos, cierro el libro.
- ¿Estás seguro? - pregunto.
- Estas entablando conversación conmigo, entonces no soy estupido- dice sonriendo victorioso.
- He dicho que no necesito, no he dicho que no hable con estupidos- digo recostándome en mi silla.
- Joe, Joe, Joe, te haces mal a ti misma- dice negando con la cabeza.
Ruedo los ojos y abro de nuevo el libro pasando de Scott. Nadie más entra en clase ¿por qué será?
- Scott ¿qué hora es?- pregunto.
- ¿Me ves cara de reloj?- pregunta elevando una ceja.
Yo suspiro.
- Son las nueve y cuarto- contesta.
- ¿Y aún no entra nadie?- pregunto - ¿ni la profesora?
Me levanto.
- Venía a decirte que no hay profesora y que todos están fuera- dice sonríendo.
- ¿Y por qué no me lo has dicho?- pregunto recogiendo los libros.
- No necesitabas entablar conversación con estupidos- dice sonriendo victorioso. Yo grupo como respuesta.
- Acabas de declararte estupido
- Si, pero tú te has quedado diez minutos estudiando, para nada- dice cruzándose de brazos y elevando una ceja.
- Estudiar nunca está de más- digo girando la cabeza.
Sobretodo si no tienes con quien pasar tu tiempo libre.
- Scott 1, Joe 0
- No te soporto- digo suspirando.
- En serio, no mientas, se te da mal- dice negando con la cabeza.
Me pasa la mano por los hombros, oh no, esto no.
- ¡Déjame en paz!- digo mientras aparto su mano de mi hombro, yo solo quiero estar sola, como siempre.
- Ya entiendo porque no tienes amigos- dice cruzándose de brazos fruncido el ceño.
Se me hierve la sangre, No debería haber dicho eso.
Suelto un grito y siento mis ojos cristalizarse mientras una sonrisa se cierne sobre su estupido rostro.
No voy a llorar, no delante de él. Él cambia su gesto. Me doy la vuelta. Me freno. Vuelvo a darme la vuelta.
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Mi ley de murphy
Novela JuvenilSoy Sabrina Homes y las cosas no me salen bien, mejor dicho, me sale todo mal, la ley de murphy se cumple demasiado conmigo. Tengo que soportar al estupido de mi enemigo todos los días, y no es algo que a mí me guste a decir verdad. Mis amigos... ¿Q...