Mi ley de murphy

32. Despertares

Me despierto y siento la cercanía de otro ser humano con aún la vista borrosa y cansada, nuestras cabezas están juntas, tanto que un movimiento en falso haría que nos besásemos...

Mis piernas están enredadas en las suyas y Mi mano descansa en el espacio comprendido entre su abdomen y sus boxers conocido como la v.

Matt se ríe mientras yo abro mis ojos de la sorpresa y me siento en su cama cual indio.

Me mira cada centímetro de mi cuerpo, y sonríe con las cejas elevadas.

Estoy en ropa interior.

¿Por qué estoy así? ¿Con el chico al que odio?

- ¿Qué hago aquí Matt?- pregunto mirando a mi alrededor confundida intentando tapar los espacios excesivos de carne a la vista.

- Ayer cuando llegamos insiste en quedarte en mi cama, te quitaste el vestido y te tumbaste- dice quitándole interés.

Si, ya me acuerdo, ayer estaba borracha y mucho.

- ¿Y por qué se supone que hice eso?- pregunto más para mí misma que para él.

- Eso yo ya no lo sé- dice subiendo las manos en señal de inocencia.

Me sonrojo sin poder evitarlo.

- Matt, siento haberte dado falsas ilusiones pero no me gustas...

- ¿Si? En serio?- pregunta mirándome enarcando la ceja derecha- no estoy muy seguro de ello.

- ¿Por qué lo dices?

Él tose y yo me sonroje nuevo.

- Vale lo entiendo pero... Estaba borracha, todos hemos hecho estupideces borrachos ¿no?- digo riendo de forma nerviosa, ¿qué me pasa?

Él se ríe, obviamente de mi.

- ¿Si? Como te gusto tan poco...- dice mirándome.

- ¡No me mires depravado!- grito tapándole los ojos y él vuelve a reír.

- La única depravada eres tú que has entrado en mi cuarto y te has desvestido delante de mí- dice riendo haciendo que mis mejillas se vuelvan a enrojecer - además, si te gusto tan poco no te importará besarme ¿verdad? - dice apartando mis manos de sus ojos y yo le miro confundida- Si no te gusto no sentirás nada ¿verdad?- dice elevando una ceja gracioso. - es solo un reto, no lo rechazaras ¿cierto?

- Sabes que nunca dejo un reto, intentare soportar el asco que me das- digo con cara de repulsión.

Me acaricia a mejilla, me mira con su mirada provocadora, repulsión

Le miro a sus labios, asco, no será tan difícil ¿verdad?

Me acerco... Mi labios están a centímetros de los suyos hasta que ese espacio no existe, nuestros labios están juntos. Mis labios están entreabiertos lo que da paso a su lengua.

Esto no me lo esperaba, es... Agh

Pasa las manos por mi espalda y yo suspiro y mis manos suben por su cuello y se depositan en su pelo jugando con este. Me pongo encima suya aún en ropa interior. Me mira a los ojos... Le miro a los ojos.

Nos separamos a los pocos segundos. Y yo ajusto con más fuerza mis brazos en su cuello y nuestros labios vuelve a juntarse. ¿Qué perderíamos?

Nuestros labios juegan entre sí, con desesperación de una manera salvaje. Él ríe aún con nuestros labios juntos su risa es contagiosa así que yo me río. Nuestros labios se rozan y yo siento algo raro en mi interior.