Forbidden(KAMIJOXLectora)

My princess

(Narra _______)

La forma en que aquella señorita se dirigió a Kamijo me tomo por sorpresa y entonces me di cuenta ¿Que más podía estar haciendo él, en un hotel y acompañado de una mujer?... Y no lo culpaba, no tenía porque, el tenía absolutamente todo el derecho de rehacer su vida, pero me dolía, realmente me lastimó toda esa situación, hubiese preferido jamás ver esa escena, hubiese preferido no volver a verlo, de esa manera seguiría pensando que al igual que yo el me seguía amando, pero así es el destino o no?

Ella le hablo de una manera tan íntima que mi reacción no fue otra que querer salir de allí, no quería permanecer un minuto mas en ese lugar, volteé en dirección a la salida, pero al instante me detuve porque lo escuche pronunciar mi nombre de manera que mi corazón dio un vuelco, regresé a verlo pero enseguida me arrepentí, ese beso, esa escena que se dio ante mis ojos me destrozo por completo, cuando ambos se separaron yo seguía de pie en el mismo lugar, el levanto la mirada hacia mí, su expresión era desgarradora... Negué con la cabeza, no podía entender bien que es lo que el quería expresar: ¿Arrepentimiento? ¿Culpa? Tampoco quise saberlo, continué el camino a la salida, siempre tuve el pensamiento egoísta que me decía que a pesar de los años Kamijo seguiría amándome, y en ese momento pensé en cuán equivocada estaba... Una parte de mi sé había roto en pedacitos muy pequeños, no me sentía bien en lo absoluto. Después de lo que vi no volví a escucharlo y eso estaba bien, lo mejor era que me dejase ir, era de esa manera como la vida estaba haciéndome pagar por todo lo que le hice, lo aleje de su hija durante 5 años, me fui sin decir nada, de seguro fue duro para él recuperarse. Lo mejor era que me olvidará y tratase de ser feliz con aquella nueva mujer a su lado.

Si bien conseguí fingir que estaba bien durante toda la tarde frente a mi dulce Charlotte, Caroline y su pequeño, cuando hubo llegado la noche no lo soporte, me justifique con que estaba cansada y me dirigí a mi habitación, pero Caroline lo presintió y cuando entro a mi dormitorio repentinamente, me encontró llorando en silencio, avanzó hacía mi después de cerrar la puerta a sus espaldas y me abrazó, para entonces ambos pequeños ya dormían.

- ¿Creíste que podías engañarme tan fácilmente?- dijo una vez que rodeo sus brazos en mí- ¿Querida, qué te ocurre? Es frustrante verte en este estado- yo no respondí, realmente no quería contárselo, aún, no quería volver a tener esas imágenes en mi mente, las cuales solo quería dejar atrás. Ella no insistió, pero su abrazo continuaba siendo cálido y tranquilizador.

- Caroline...- llamé al fin- Gracias, gracias por estar siempre a mi lado, sin tu ayuda no creo que hubiese podido seguir adelante- ella se alejó y sonrió, poseía una sonrisa que transmitía serenidad.

- ________, no tienes porque agradecer nada...- después de repasar una de sus manos por mi cabellera, se incorporó- Te traeré una taza de té, ¿bien?- asentí, lo mejor sería que me tranquilizará.

No paso mucho tiempo después, Caroline ingresó nuevamente en mi habitación con una taza de té humeante en las manos, me la tendió y verificó que me la acabase por completo.

- Ahora descansa, nos vemos mañana querida- yo asentí, después de meterme bajo las cobijas la vi cerrar muy despacio las puertas de mi recámara y aunque me costo un poco, conseguí quedarme dormida más tarde.

Caroline tenía la libertad de entrar y salir del departamento ya que contaba con una copia de la llave, además vivía en el mismo edificio, lo que facilitaba las cosas.

A la mañana siguiente fue ella misma quien me despertó, cuando entró, se veía nerviosa, después de caminar por el lugar de manera apresurada, abrió las persianas y enseguida los rayos del sol se colaron por las ventanas violentamente.

- ¡Despierta querida, tengo una sorpresa para ti!- retiro las cobijas sobre mi.

- ¿Sorpresa? ¿Dé que hablas?- pregunté aturdida.