Viaje

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Ángel llegó a su departamento, estaba el conserje parado en la puerta, y limpiando el vidrio, lo miraba de una manera extraña, como si esperara que el nunca mas volviera, ''¿Que hace aca este asesino?''. A Ángel lo perseguía la mirada culpable a todos los lugares donde iba, el caso de su hermana y su tía seguía rondando en los medios y era increíblemente famoso, el siempre andaba con una capucha y lo que sea para cubrirse, pero esto no eludía el acoso de la gente, como escupitajos, golpes e insultos. 

Llegó a su piso, el último, el no sabia porque la llave de su departamento estaba en su bolsillo, pero ahí estaba. Entró y se llevó una desagradable sorpresa:

La cabeza de su tía estaba colgada de un hilo, y en la boca tenía una nota que decía: ''Vuelvo en 5 minutos'' junto con una sonrisa escalofriantemente dibujada.

Ángel vomitó pero no pensó en nada, inclusive no sabía que había vomitado, porque era todo verde oscuro junto con trocitos viscosos de color amarillo. Empezó a llover y junto con la lluvia llegaban las goteras del techo. La nota era para después, primero prendió la computadora y puso música, Nirvana - Sappy . A pesar del estrés de su situación, el chico pudo acostarse en su cama y empezar a seguir la canción con su bajo. Extrañaba la lluvia, el bajo y el rock. La música siguió inclusive cuando comenzó a jugar al Diablo II, esto también lo extrañaba, los videojuegos. Le agarró hambre, dejó la computadora y fue a la cocina. Todo este entretenimiento le había hecho olvidar la cabeza de su tía y la carta. Se asustó un poco y empezó a reír, tomó la carta y esta ponía: 

   Buen viaje

Tu buen amigo Marcel.

Enseguida tiró la carta a la basura y la cabeza colgada de su tía desapareció, ''Era obvio que no era real''. 

Se cocinó unas milanesas de soja que compró en el camino con plata que ni él sabía de dónde habían salido. Comenzó a cantar Nirvana con todas sus fuerzas y también empezó a llorar desconsoladamente, porque, a pesar de todo lo que le había pasado, era feliz. La música calma a las bestias dicen, y estas bestias eran sus problemas. 

Se sentó a comer con una gaseosa que estaba en la heladera, no sabia de donde salió esa gaseosa, en su vida estaban pasando una serie de eventos extraños, de vez en cuando eran buenos. Ángel sólo quería paz así que apagó la música un momento, siempre comía en silencio, él y sus pensamientos, que estos estaban llenos de preguntas. 

Terminó de comer, levantó lo que había ensuciado y lo lavó. Limpió su casa y ordenó todo lo que estaba en su pieza. Prendió la play 3  que tenía en el living, y otra pregunta surgió, ¿Porque no me cortaron la luz o el gas si yo no lo pagué? Volvió a pasar por completo el Diablo III, su juego preferido hasta que se percató que eran las 22:00, comió y después comenzó a ver videos en YouTube, estos videos lo ayudaban a dormir. 

Se despertó a las 9 como era de costumbre, uno espera que un chico de 14 años se levante mucho más tarde, pero él no era igual, para Ángel ser como los demás significa no tener personalidad. Leyó un libro hasta que se hizo la tarde, comió y salió a caminar. Cuando salió de paseo tenía bien en claro hacia donde ir, era la iglesia, ese era su destino. Llegó a las puertas y comenzó a orar, ¿Que estoy haciendo?, terminó y entró. Lo recibieron muy bien y conoció a mucha gente buena, se dió cuenta de los prejuicios estúpidos que tenía la gente, y prometió no volver a criticar algo sin saber. En la iglesia conoció a Nicolás, un chico de apariencia japonesa que prometió ayudarlo, este chico tampoco tenía familia y no tenía rumbo en la vida, solo se dedicaba a Dios y a la iglesia, Ángel le contó todo lo que había pasado y se sorprendió cuando el chico le creyó en todo momento, haciéndole entender que los demonios existen.    

 Cuando volvió de su actividad urbana, se dió cuenta que en 5 horas el avión partía hacia Berlín, el vuelo de las 22:05 era un tiro al aire, no conocía a nadie, no sabía dónde quedarse ni tampoco sabía el idioma. Solo sabía que tenía que ir. 

Empacó, pusó todo lo que tenía, la mayoría de sus posesiones eran donadas, al igual que su play y su computadora, tenía tíos abuelos ricos que le ''donaban'' muchas cosas que su primo tío malcriado no quería.

Después de empacar salió caminando hacia el aeropuerto. 22 cuadras después, llegó. Resulta que no se fijó la hora y eran 35 minutos pasadas de las 22:05. Con mucha prisa Ángel corrió para alcanzar su vuelo, el aeropuerto era como cualquier otro, parecía un shopping, muchísima gente caminando como esclavos. Ángel corría y empujaba a la gente que se le cruzaba en el camino, estas personas no reaccionaban de ninguna manera cuando eran empujadas, solo caminaban derecho con la mirada fija, como si fueran robots. Llegó de pura suerte y había una fila larguísima para registrar el equipaje, el no le importó las personas y decidió adelantarse, en pleno viaje se encontró a Nicolás, que venía a darle una sorpresa, ¡Iba a acompañarlo en su viaje! Luego de saludarse, Ángel le advirtió la hora y comenzaron a correr juntos hacia el principio de la fila, al llegar adelante se llevó una rara sorpresa, la gente no avanzaba, solo estaba parada ahí, mirando para adelante, como muñecos, al igual que la mujer que estaba atras del mostrador. Ángel no tenía tiempo para sorprenderse así que registró su equipaje, la chica sorprendentemente habló, era humana. 

-Buenos días, ¿Sabe si el vuelo hacia Berlín, de las 22:05 está disponible? - Ángel sintió que le hablaba a nadie. 

-El vuelo 1969 está aún disponible, el piloto llega en 5 minutos.- Dijo la chica con la mirada perdida.

''5 minutos'' Pensó Ángel.

Nicolás y Ángel corrieron hasta llegar al abordaje, le pareció extraño que nadie esté controlando los boletos de entrada, debe ser porque Nico los había perdido. Entró en el avión y este estaba vacío, aprovechando esto, los dos jóvenes se fueron a primera clase, en un asiento había una nota que ponía ''Vuelvo en 5 minutos'' con una sonrisa escalofriantemente dibujada, Ángel tomó la carta que decía: 

Buen viaje.

El mundo en el que vives es el infierno de otro.

Tu buen amigo Marcel.  

''El mundo en el que vives es el infierno de otro.'' Ángel pensó que Marcel antes de morir había sido Aldous Huxley, sonrió irónicamente pensando que, esta hipótesis, probablemente sea cierta.


El dolor se fue de viajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora