Final

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Comieron el desayuno muy a gusto. Se estaban cambiando para salir. Por alguna razón a Sasha no le daba vergüenza cambiarse la remera en frente de Ángel. A Ángel si. Hacía mucho frío y por lo tanto se abrigaron mucho. Guardaron todas las cosas en sus mochilas, no habían traído mucho y lo poco que habían traído lo podían llevar en la espalda. 

Nico abrazó a los dos chicos y fueron a tomar el ascensor. Al parecer, Nicolás era fanático de los abrazos. Tomaron el ascensor y Ángel recordó que había algo que no sabían acerca de Sasha.

-Sasha.

-¿Qué pasa mi amor?

Ángel rió y preguntó:

-¿Cual es tu nacionalidad?

-Argentina, que raro que no te hayas dado cuenta todavía.

El ascensor bajó hasta la planta baja, eran las 10 de la mañana pero no había nadie en la calle. ¿Otra vez? Otra vez Marcel estaba sentado en la silla de director en el medio de la calle, y junto con él, el mismo escenario de caos y destrucción. 

-¡IMBÉCILES! No saben como Nicolás les está engañando.- Sasha miró a Nico, Ángel seguía mirando a Marcel con odio, Nico estaba riéndose. 

-Marcel, yo ya te vencí hace mucho tiempo.- Nico se enfrentó con Marcel.  

-Pero que idiotez, apenas te conozco. 

-No lo creo, desde tu creación sabías bien que ibas a torturar a todos esos chicos y que yo iba a pararme a impedirlo.

-¿Pero vos quien sos?- Marcel comenzó a reírse de una manera muy fingida. Esta risa duró 5 minutos. 

-Marcel, eres lo peor de lo peor, tus trucos no funcionan con nosotros. 

-Eres inteligente Nico, pero eres solo un despreciable humano, y no puedes evitarlo, acuérdate es esta tarde. 

-Fuera de mi camino.- Nico empujó a Marcel y todo desapareció.- Vamos chicos, no tenemos tiempo que perder. 

Fueron a tomar un subte. Comenzó a escuchar''Dear God'' de Avenged Sevenfold, el viaje iba terminando y esta canción le rompía el corazón, él creía que cualquier persona que viva lo que vivió, que le cuenten lo que él vivió, debe escuchar esta canción. 

Llegaron al cementerio, llegaron al gran lugar, que tanto había ansiado llegar,  Sasha sabía que algo malo iba a pasar, por lo tanto, no se si de despedida o de puro amor, estuvo encima de él todo el viaje, dándole muchos besos y abrazos. 

Por sorpresa, muchísimos chicos jóvenes y adolescentes estaban por ahí.

-Ángel creo que es hora que lo sepas.- Dijo Nico.  

-¿Qué? 

-Todos estos chicos tienen la condenación igual que Sasha, algunos a morir quemados y algunos otros a morir por accidente, vos no lo sabías, pero si no estabas acá hoy, te ibas a morir porque te ibas a cortar la pierna, y al no sentir dolor, no te ibas a dar cuenta, y por lo tanto te ibas a infectar y morir.  

-¿Y que va a pasar ahora?

-¡Chicos! ¡Creo que es por acá!- Nico tomó el control de la situación y dirigió a los chicos en su salvación. 

Eran como 60 chicos en total, muchos, de todo tipo de países y de rasgos físicos. 

-Nico, si vos no estás condenado ¿Qué haces acá? 

-Yo solo soy un acompañante. 

-Nico, no te vayas.- Ángel estaba sumamente triste, no sabía lo que iba a ocurrir a continuación. 

El dolor se fue de viajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora