Sasha

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Ángel y Nico subieron al ascensor, estaban emocionados. Ángel sabía que esta aventura en un momento iba a terminar, eso le perturbaba la mente ¿Qué iba a pasar después de esto?
Los dos bajaron al piso central, estaba vacío. Salieron a la calle, todo era un caos. Los autos estaban prendidos fuego, los locales de venta estaban destruidos, uno imaginaría una manifestación violenta, pero no.

La calle estaba totalmente vacía, solo un hombre sentado en una silla de director, este hombre era pálido, muy flaco y alto, de aspecto demoníaco.

-Nico, vos seguile el juego.
Ángel advirtió a su compañero, este último estaba sin palabras.

Por sorpresa, Nicolás tomó la iniciativa y fue a hablar con el hombre. Ángel lo acompañó. Se acercaron. El hombre sonrió.

Ahora todo volvió a la normalidad. Ahora no. La gente aparece y desaparece. Aparece y desaparece. El escenario cambia todo el tiempo. Nicolás cae. Ángel también.

Oscuridad.

Más oscuridad.

-Chicos ¿Están bien?

Una mujer los vio tirados en la entrada del hotel, al parecer y por sorpresa, ella fue la única que lo notó, las demás personas solo pasaban, con la mirada perdida.
Esta mujer era más bien adolescente. Sasha era su nombre, tenía 15 años, era realmente hermosa. Poseía los ojos mas hermosos y profundos jamás vistos, una cara realmente hermosa, un cuerpo perfecto y una nobleza e humildad impresionante.

-Si estamos bien.- Dijo Nico, Ángel en cambio solo la miraba, maravillado.

-¿Cómo se llaman?

-Yo soy Nico y el es mi amigo Ángel.

-Hola soy Ángel.

-Hola Ángel, yo me llamo Sasha, un placer conocerlos.

A este punto los chicos ya se habían levantado. Sasha, de manera sorpresiva e impredecible, comenzó a llorar.

-Chicos, no tengo a donde ir, mi mamá murió hace 5 días en un accidente.

-¿Qué?- Los chicos estaban confundidos. 

Ángel, que no sacaba la expresión de confusión en su rostro, atinó a abrazarla, Sasha, que al parecer era muy extrovertida, dijo: 

-Gracias Ángel, de en serio aprecio mucho que hagan esto por mi.

-De nada Sasha, pero, ¿Qué cosa?

-Esperaba que ustedes podrían aceptarme como su amiga y seguir su camino juntos. 

Ángel comenzó a dudar, sabía que a la larga se iba a terminar enamorando de ella.

Ángel miró Nicolás, Nico asintió con la cabeza. 

-Sasha, Ángel, mejor vamos arriba a tomar algo, así nos conocemos un poco más.

Subieron con dificultades, Sasha no quería soltar a Ángel, y Ángel tenía una erección.

Al llegar a su habitación se sentaron en la mesa y empezaron a conversar: 

-Así que te llamas Sasha- Dijo Nico.

-Si, me llamo Sasha.

-Contame un poco de usted. 

-Como ya les dije, mi mamá murió hace unos días en un accidente, vinimos acá por una situación extraña. 

-Sí, nosotros también, tranquila.

-Me trajo un especie de demonio, se llama Marcel, yo estoy condenada al suicidio, me queda una semana, la única posibilidad de salvarme es viniendo a un especie de cementerio judío, acá en Berlín.


El dolor se fue de viajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora