N/A: Hola cositas hermosas :3 realmente lamento mucho la tardanza, han habido ciertos cambios de rutina por ahí que me han complicado un poco, pero bueno, aquí estamos :). ¿Todos bien? Pues empecemos.
--------9.PÈRE
El corazón le latía con tanta fuerza que literalmente podía escuchar su rápido palpitar, estrechó la mano de su jefe con seguridad y luego se puso de pie para dejar aquella oficina, manteniéndose erguido aunque podía sentir que las piernas le fallarían en cualquier momento. Vio una vez más al hombre de corbata que aún le sonreía desde el escritorio, le agradeció suavemente y se dispuso a cerrar la puerta con lentitud, exhalando con fuerza cuando la presión que había dentro de aquellas cuatro paredes desapareció.
Sino fuese porque aún se encontraba en su trabajo, seguramente se hubiese dejado caer de rodillas frente aquella puerta, intentando recuperar todo el aire que sus pulmones habían perdido al estar en presencia de su jefe. Pero no podía hacerlo, solo apoyó su frente contra la madera sin soltar la perilla por un momento, respirando para calmar sus nervios antes de disponerse a regresar por aquel largo pasillo que dirigía a la oficina central, donde varios escritorios ordenados correctamente se encontraban, pero sobretodo, donde sabía que sus compañeros le estarían esperando.
Y escuchó como los tecleos se detuvieron tan pronto se posó bajo el umbral que dividía ambas habitaciones, la mirada de todos abandonaron los ordenadores y buscaron la suya, pero Lawliet solo buscó los ojos de Matsuda. Y un simple asentimiento con la cabeza fue el necesario para que aquellos expectantes ojos marrones oscuros brillasen, mordiéndose al mismo tiempo los labios quizá queriendo retener algún grito de emoción que fuese a distraer a sus demás compañeros o que fuese a terminar en alguna amonestación.
Aunque la incertidumbre no duró mucho, solo unos pasos había dado con intenciones de buscar su escritorio que estaba casi al final cuando el reloj marcó la hora del almuerzo, viéndose rodeado por todos antes que pudiese siquiera preverlo.
—¡Lawliet!— llamó Matusda, queriendo abrirse paso entre el pequeño cúmulo de personas que atacaba con preguntas al azabache —¡Déjenme pasar!— bufó nuevamente cuando sentía que los demás parecían cerrarle el paso a propósito.
Pero no había terminado de llegar cuando sintió a Lawliet tomándole de la mano para guiarlo a regresar los pasos, porque el azabache no se sentía atraído a ser el centro de atención a sabiendas que muchos de esos hombres de trajes solo se trataban de algún que otro envidioso, quienes probablemente habían rogado en su interior que los resultados de Lawliet fuesen negativos, cuyas felicitaciones en algún momento le resultaron falsas ya que parecían decirlas entre dientes, a excepción de Matsuda, quien sonreía tan amplio que hasta parecía imposible, a quien sin decir ni una palabra jaló por los pasillos hasta que llegaron al patio trasero, donde luego de soltarlo se giró para encararlo.
—Lo logré...— susurró rompiendo el silencio, ni él creyéndose lo bien que se había sentido sacarlo al fin del pecho.
Y tuvo que pegar bien los pies a la tierra cuando sin previo aviso su compañero se lanzó sobre él, abrazándole con tanta fuerza que lo hizo jadear al dejarlo sin aire. Colocó ambas manos sobre el pecho de Matsuda cuando pasado unos segundos, le pareció que el abrazo ya había durado suficiente.
—Lo siento, lo siento...— comenzó a excusarse rápidamente al separarse —Se me olvidaba que a partir de ahora ya eres mi jefe— le codeó con complicidad mientras le guiñaba un ojo, algo que al azabache le sonsacó una queda risa.
—Técnicamente seré tu jefe hasta la siguiente semana— sonrió acomodándose la corbata luego del previo contacto.
—¿Entonces aún puedo abrazarte?
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L'appel de la vie
FanfictionEl amor no es para siempre. Los sueños se desvanecen. Su relación ya no es tan fuerte. ¿Lograran salvarla, o la separación es inminente? ----------------- LxLight