Sentado en la mesa del comedor moviendo desinteresado los cereales que flotan en la leche y tan solo escuchando el sonido monótono de las manecillas del reloj, Comencé a pensar, era algo que había evitado desde la noche anterior pero ahora con este silencio tan avasallador era imposible no hacerlo. Aun me pregunto ¿a que horas, en que momento llego esa frustrante calamidad a nuestra familia? ¿Por que nunca mire mas halla de mis ojos? No puedo creer aun que la persona que mas amo este en una situación tan devastadora como en la que ahora se encuentra, a veces la vida no es justa te quita lo que mas quieres, te lo arrebata y después de eso te sigue pisoteando.
Después de tantas semanas anteriores debatiéndome entre ir y no y después de haber tomado una decisión es ahora donde comienzo a dudar. Cuando estoy apunto de volver a tomar una segunda decisión mi celular timbra haciendo que me remueva en la silla.
-¡Hey! ¿Hermano como vas?- habla Michael con una notable tristeza.
-eso no importa ¿Al fin me vas a acompañar?
Michael deja unos cuantos minutos sin responder nada, supongo que pensando en su respuesta y cuando ya la tiene hace un pequeño ruido de reproche.
-lo siento, no podre ir, no puedo, no...-suspira con pesadez-no me siento preparado en serio lo siento mucho.
Tomo el puente de mi nariz y dejo escapar un suspiro.
-entiendo-hago una pausa- no te preocupes cuando vuelva te cuento todo.
Cuelgo, el hambre se me quita por completo así que dejo el plato casi lleno en la cocina para después cepillarme los dientes he irme en mi auto para afrontar lo que se viene.
Observo el gran y deteriorado letrero "Hospital psiquiátrico" los retorcijones en el estomago se hacen presentes y la desagradable sensación del sudor de las manos, estaciono el auto en el aparcamiento y sin pensarlo mas camino a recepción a dejar mis datos y todo el procedimiento.
Después de unos minutos sentado en la grande y casi vacía sala de visitas, se oye el crujido de la puerta al abrirse, mi vista se dirige en esa dirección y de inmediato mis ojos comienzan a aguarse pero con todas mis fuerzas hago lo posible por no llorar... su cuerpo delgado y débil camina hacia mi, su piel es pálida y las cuencas de los ojos mas marcadas, sus labios blancos y resecos conforman una línea, y su cabello enmarañado es recogido en una simple coleta, el uniforme blanco es una talla mas grande que su cuerpo. De ella ya no queda nada, la mujer que tengo en mi mente, acostumbrada a vestir con la mejor ropa ninguna sin repetirse, sus hermosas joyas adornando cada parte de ella, sus elegantes peinados, su maquillaje y sus diferentes perfumes hacían de ella una mujer exótica y con clase.
Ella se sienta en la silla de al frente y sus ojos perdidos miran a todas partes menos a mi, la observo ¿a que horas paso todo esto? El sentimiento de culpa invade mis pensamientos y dudando acerco mi mano temblorosa a la de ella, sus ojos vacíos se posan en nuestras manos y después penetra mis ojos, pero no me reconoce solo me observa callada.
-Mamá soy yo, tu hijo, Dominik-la miro suplicante, es devastador que no me reconozca.
-¿Dominik? Yo no tengo hijos, no, no, yo no tengo-comienza a zarandear la cabeza.
-Mamá claro que si ¿no me reconoces?-implorante cojo su mano y la pongo en mi mejilla.
-suéltame-comienza a jalar su mano pero no la dejo y al sentirse custodiada se desespera- ¡auxilio! ¡ayuda! ¡me quiere hacer daño!
Ella comienza a gritar llamando la atención de los demás, desesperado me abalanzo hacia ella y la abrazo fuertemente aferrándome en ella.
-¡mamá cálmate! ¡tranquilízate! Simplemente recuerda, soy tu hijo Dominik, no me hagas esto por favor yo te quiero, has un esfuerzo mamá.
Poco a poco comienza a calmarse, veo a los lejos a los enfermeros acercándose pero les hago una señas para que se alejen a lo cual ellos entienden y con cautela poco a poco comienzan a irse.
-¿Dominik?
-si, soy yo mamá-no logro contener mis lagrimas.
-Dominik eres tu-ella se separa y me observa, sus ojos ahora son cálidos como los recordaba antes, su semblante se dulcifica y al igual que yo deja salir sus lagrimas, ella posa su mano en mi mejilla, yo cierro los ojos disfrutando de su caricia- Dios no se que me ha pasado, lo siento.
-no te preocupes mamá, lo importante es que estas aquí conmigo-ella baja la mano para ponerla encima de la otra.
-pero mírate, como has cambiado ya eres todo un hombrecito ¿ y tu hermano? ¿Dónde esta?-ella mira a todas partes buscándolo.
Suspiro, no quiero desilusionarla, no quiero lastimarla.
-el...-ella ahora me observa atentamente- no ha podido venir... Michael esta un poco ocupado con su trabajo ya sabes como es eso.
-entiendo-dice con tristeza.
-pero no te preocupes el vendrá pronto a verte-digo para animarla un poco.
-esta bien... ¿Por qué no han venido a visitarme? He pasado un año y medio esperándolos y nunca paso.
Agacho la mirada, las lagrimas siguen descendiendo por mi mejilla no digo nada en realidad no se que decir y en vez de mentirle de nuevo prefiero quedarme callado, pero ella levanta mi rostro y despoja mis lagrimas.
-no te preocupes... se... se que es duro, no sabes cuanto lo siento por ponerlos en esto yo..-su voz se quiebra.
-tranquila mamá, soy yo el que se debe disculpar fue un grave error no haber venido antes soy un tonto eres mi madre debí estar ahí cuidándote como tu lo hacías con nosotros y mírame te deje sola... no tuve el valor para venir y verte así es que... es que es muy duro para nosotros.
-ustedes deben preocuparse ahora por sacar su carrera adelante, no se pueden estancar por mi, no los culpo, soy una carga.
-claro que no...-suspiro- te traje algo.
Ella me mira atentamente, saco de mi mochila una caja morada amarrada en un hermosos moño del mismo color y se lo pongo adelante de ella.
-¿Qué es?
-ábrelo.
Sonrió por que se que le va ha encantar, ella desata el moño y quita la tapa, sus ojos se agrandan y una sonrisa de oreja a oreja ilumina su rostro. Saca un cuaderno grande de dibujo y después una caja grande con toda la gama de colores, mi mamá siempre se ha destacado por su gran talento en el dibujo, ella siempre dibujaba pero últimamente debido a la situación es algo que ha dejado aparte y pensé que si lo volvía a retomar ella tal vez mejoraría y vendría nuevamente con nosotros para ser la familia que éramos.
-Dominik... yo...yo... no lo puedo creer-sonríe-es un gran detalle, no sabes cuando te lo agradezco hijo-ella me abraza y me da un beso en la frente.
En ese rato hablamos, le pregunto como la han tratado y como se siente, dialogamos de otros temas, de mi vida y como me ha ido. Es reconfortante volver a oír sus dulces palabras y sus alentadores consejos aparte de la esquizofrenia, ella no ha dejado de ser como es.
Con el tiempo comienzo a sentir una extraña sensación, un cosquilleo baja por toda mi columna es como si alguien aparte de mi mama me estuviera observando, disimuladamente miro a todas partes pero no veo a nadie así que tratando de ignorarlo sigo atento a lo que dice mi madre. Después de una reconfortante hora el tiempo acaba, los enfermeros entrar por mamá y después de una larga y afligida despedida ella se deja llevar por los enfermeros que poco a poco la alejan de mi hasta desaparecer por la puerta, una oleada de tristeza, resentimiento, alegría y nostalgia me consumen ayudada por el silencio de esa solitaria sala, hago todo lo posible por no llorar de nuevo; la horrible sensación de que me observan comienzo a sentirla de nuevo pero estoy demasiado quebrantado como para ponerle atención, así que sin mas tomo mis pertenecías y me marcho de ahí alejándome lo mas rápido llevándome un sinsabor arrasador.
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S de Sangre
Mystery / ThrillerVarios años en un hospital mental pueden cambiar las cosas. Cansadas de malos tratos y de las burlas de los enfermeros, Danielle y Leilany buscan la manera de salir de allí y que mejor manera que salir legalmente con ayuda de un chico que esta dispu...