Narra Dominik:
Tres semanas desde la última vez que vi a Danielle, Michael con todo lo egocéntrico que puede ser, dijo:
"A sido mi culpa. Lo siento hermano, pero creo que ha quedado tan encantada conmigo que le da vergüenza salir a verme y quedar mal frente a mí. Solo piénsalo, la pongo nerviosa."
No puede ser más patético e insolente. Pero era preferible aquel disparate a imaginar lo que realmente estaba sucediendo.
Mamá me dijo que no la había visto en el patio, y por el comedor tampoco se ha aparecido. Nadie me da información de ella, a excepción de un enfermero, un chico de unos 22 años que, para mi sorpresa, era tal vez el único amable, decente y cordial de todo el hospital.
Aquel chico me dijo que Danielle no deseaba ver a NADIE...
Ella está sufriendo, el hecho de no querer salir me lo confirma absolutamente y no puedo hacer nada porque no soy testigo de lo que pasa tras esas puertas, lo único que he evidenciado y temo que no es suficiente es, el maltrato del enfermero inepto, ha pasado bastante tiempo desde aquel escenario.
En los últimos días he estado dándole vueltas al mismo asunto, ¿Cómo puedo ayudar a Danielle?
He pensado en muchas formas pero solo una es capaz de acabar con el problema de raíz, debo sacarla de aquí. Pero es más difícil que eso, principalmente porque no soy ningún familiar. Algo se me ocurrirá.
Camino hacia el auto para sacar de allí un par de presentes: "Un cuadro envuelto en papel periódico y el libro favorito de mamá."
Una vez estoy nuevamente en el comedor me siento junto a mi madre, dejo el cuadro apoyado contra mi silla y con una sonrisa entrego el libro a mi madre, casi al instante siento sus brazos rodearme y observo como Michael me mira confundido.
― ¡Gracias! ¡Gracias!
― Pensamos que tal vez te estabas aburriendo mucho y que mejor que traerte un libro para que no te sientas tan sola mientras no estamos.
―Siempre tan atentos mis niños. – se levanta de su puesto y se abalanza sobre Michael en un eufórico abrazo.
―De nada. – Michael sonríe e inconscientemente cierra los ojos.
Ese es el lado tierno de Michael, no suele sacarlo a la luz muy a menudo pero cuando lo hace parece un bebé, o mejor dicho el bebé de mami.
Rio al ver la cara de idiota de mi hermano. Si, todo muy emotivo, pero con esa cara se ve malditamente gracioso.
Mamá se sienta y después de unos treinta minutos de conversación es tiempo de despedirnos.
Busco con la mirada al único enfermero que me cae mal y para mi desagrado veo al enfermero inepto golpeador de chicas recostado en uno de los muros masticando un chicle, el me observa de igual manera y me muestra una sonrisa cínica acompañada de su dedo del medio.
Lo ignoro, o al menos lo intento ¿Cómo es que puede seguir trabajando aquí?
Le digo a Michael que me espere en el auto mientras tomo el cuadro y lo llevo conmigo para buscar al chico.
Y aunque no lo encuentro, las puertas se me abren. Literalmente.
La puerta que conduce hacia el pasillo donde supongo yo, están las habitaciones de los pacientes se encuentra abierta.
Observo hacia todos lados esperando que nadie me esté observando y es bastante raro que nadie me esté viendo aun cuando tengo un cuadro bastante grande y llamativo en mis manos, aunque con el mal servicio de este lugar no me sorprende.

ESTÁS LEYENDO
S de Sangre
Mystery / ThrillerVarios años en un hospital mental pueden cambiar las cosas. Cansadas de malos tratos y de las burlas de los enfermeros, Danielle y Leilany buscan la manera de salir de allí y que mejor manera que salir legalmente con ayuda de un chico que esta dispu...