S de Sangre

Capítulo 1

Visitar a mi madre es muy reconfortante, la he visto mejorar y ella me a dicho que se siente mucho mejor, el cambio que ha tenido en tan solo un mes es increíblemente bueno. Michael sigue sin querer venir y eso me enoja en demasía, no me gusta mentirle a mamá y menos en su estado.La sensación de alguien observándome nunca desaparece mientras esté en este lugar, pero hay demasiada gente enferma que puede estar observándome como para preocuparme.Faltan unos minutos para terminar la visita a mi madre cuando una chica de piel morena que se encontraba limpiando las mesas es empujada con brusquedad por uno de los enfermeros, este comienza a insultarla y veo como la chica intimidada trata de alejarse de aquel hombre que parece no contener sus impulso, cuando creo que va a golpearla me levanto del asiento y camino hacia el tipo, lo tomo bruscamente del hombro y lo empujo a la pared.

-¿Qué te pasa imbécil? - Le propino un golpe en la cara- ¿Qué no ves que es una chica?- lleno de ira lo golpeo de nuevo y lo empujo lejos de ambos.

-¡¿Qué clase de personal tienen en este lugar?! -grito demasiado enfadado.

Unos guardias de seguridad se acercan a nosotros y mientras uno de ellos retira al enfermero el otro intenta calmarme y me asegura que no volverá a pasar. La chica se encuentra sentada en el suelo sus ojos muy abiertos me miran con agradecimiento al tiempo que una pequeña sonrisa se asoma, le extiendo mi mano y la ayudo a levantarse.

-¿Te encuentras bien?

-Si, gracias por ayudarme- sus manos están frías.

-¿Segura, esto suele pasar a menudo?

-N-no-tartamudea- N-nunca me a golpeado, pero suele alterarse cuando no hago las cosas bien- aleja su fría mano de la mía y se acomoda el uniforme.

-¿Es el único o hay más como ese hombre?

-Es... El único supongo- Baja la mirada-Tal vez lo estamos volviendo loco-suelta una risita nerviosa.

-Eso no le da derecho a tratarlos así, ven, siéntate... ¿Cuál es tu nombré?

-Soy Danielle, Me encantaría sentarme pero ya terminó mi turno, debo regresar a dentro.

-No, espera. Quédate un rato por lo menos hasta que hable con alguien de ese tipo, no quiero ni imaginar lo que le puede hacer a mi madre o a alguien más.

-Esta bien- Ella sonríe y se sienta-Pero no mucho tiempo, mi amiga me esta esperando, además no puedo quedarme más del tiempo de servicio.

-Descuida, quédate aquí, Me despediré de mi madre y hablaré con sus enfermeros.

Camino hacia la mesa en la que se encuentra mi madre y después de concluir nuestra conversación me despido con un fuerte abrazo. Hablo con los enfermeros sobre el tema de su colega descontrolado y las medidas que deberían tomar, les advierto que estaré más pendiente de la situación y luego me vuelvo a despedir de mi madre, observo como desaparece del comedor y camina por el blanco y frío pasillo respaldada por los dos enfermeros. Camino hacia la chica que se encuentra jugando con el retazo de tela en sus manos.

-¿Danielle? Creo que todo esta arreglado, por el momento no puedo hacer mucho.

-Muchas gracias- sonríe- Eres muy amable-se levanta de la silla y extiende su mano para que la estreche.

-No hay de qué- Estrecho su mano- Si vuelve a suceder sólo dime, vengo con frecuencia.

Danielle asiente con la cabeza y se aleja de mi, se retira del comedor y desaparece por el mismo pasillo por el que desapareció mi madre. Sin nada más que hacer camino al estacionamiento por mi auto y salgo del lugar sin ninguna prisa, tomo todo el tráfico posible para poder pensar en mi madre y en el enfermero inepto que casi golpea a la chica. Me detengo por un café y un cigarro y llego cerca de las 7:00 pm a la casa. Michael se encuentra en el estudio trabajando, entro allí para saludarlo y dejarle un par de donas. Camino a mi habitación y me desvisto para acostarme a dormir. Siento como el ruido de mis pensamientos se distorsiona y me voy sumiendo en un sueño acogedor.