S de Sangre

Capítulo 2

En los días siguientes al incidente con el enfermero y la chica morena, me tomo el tiempo de llegar más temprano al lugar; mucho antes de que comiencen las visitas, esto con el fin de vigilar a los enfermeros y observar como funciona cada cosa en el sitio, también aprovecho para hablar con Danielle y ayudarla a ella y a su amiga a limpiar las mesas.

-Danielle, ¿cómo va todo?

-Bien- ella sonríe pero la sonrisa no llega hasta sus ojos.

-¿Segura?

-Sí, todo esta bien. Danielle camina lejos de mi evitando la conversación.

-Danielle, dime que sucede- la sigo- ¿Te han hecho algo?

-É-él me golpeo- ella se gira para dejarme ver su mejilla amoratada.

La ira estalla dentro de mi.

-¿Y nadie hizo nada? Danielle, que clase de personas trabajan acá.

-no lo se, supongo que al estar locos no lo merecemos-sus ojos se cristalizan.

-¡No! ¡Nadie tiene porque golpearte! ¡Se supone que están aquí para ayudar, no para empeorarlo todo!

Miro hacia todos lados buscando a los enfermeros pero no hay ninguno cerca, sólo veo a los guardias.

-¿Dónde esta el enfermero, Danielle?

-Hoy no trabaja- sus ojos miran el suelo y sus manos juegan el borde de la camiseta del uniforme.

-¿Y los demás enfermeros? ¿¡Dónde cárajo están!?

-N-no lo sé, Dominik, por favor no grites me asustas.

-¿No se supone que debe estar alguien cuidándolas? Digo, sin ofender pero por algo están en este lugar...

Danielle se sienta y suspira, sus cansados hombros encogidos me aseguran que está a punto de contarme algo decepcionante.

-Cuando los pacientes mejoran considerablemente, están mentalmente saludables y no tienen familiares por cualquier razón, suelen ponerlos a hacer "servicio comunitario."- Eso me deja paralizado y al mismo tiempo siento como aquellas palabras alimentan la furia en mi interior.

-Es completamente legal-Responde a mi pregunta no formulada- aún no somos mayores de edad así que debemos "colaborar" y como no podemos cuidar de otros pacientes por obvias razones, estas son nuestras maneras de ayudar.

-Danielle. ¿A que quieres llegar con todo esto?- que me esta contando me inquieta, no puedo imaginar la relación que tienen sus palabras con el porque no cuidan de ellas.

-No les conviene dejarnos ir, se ahorran mucho dinero al no pagar otros empleados.

-Eso es injusto.

-Supongo que si... -sus ojos cristalizados me observan con súplica- Para una persona rehabilitada y con ganas de vivir este lugar se convierte en una cárcel. Quieren hacernos débiles mentalmente para asegurarse de que no salgamos de aquí, por eso nos tratan como nos tratan, por eso es imbécil me golpeó. Nadie nos va a creer, porque todos piensan que estamos muy locos...

-Todo va a estar bien- tomo su mano- haré todo lo posible para ayudarte- Sonrío intentando levantarle el ánimo- Lo prometo.

Ella sonríe débilmente y asiente con la cabeza como símbolo de agradecimiento.

Después de hablar de todo el drama y lo complicado de la situación nos dedicamos a hablar de cosas triviales para distraernos del mal rato y me doy cuenta que Danielle es tan normal como yo y trato de entender el sufrimiento por el que esta pasando. Más tarde mi madre entra al comedor y dedico todo mi tiempo a ella, ella me cuenta todo lo que me quiere contar y yo sonrío al escucharla tan animada, se ve mejor aunque hay algo que la inquieta y aunque no me lo diga yo se que es: Michael.

Salgo del comedor asegurándome de que todo este bien a pesar que cuando salga del hospital, todo se convertirá en un infierno para muchas personas. Que personal tan hipócrita, debería ser ilegal todo lo inhumano que hacen. Suspiro, se que debería sacar a mi madre de ese lugar ahora mismo, pero hice una promesa y no voy a romperla. Conduzco a casa y una ves allí me pongo a trabajar desde la computadora...

¿Qué puedo hacer para ayudar a Danielle...?