saamik | capitulo 7

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Habían pasado 2 días desde el ataque de los tigres, el grupo aún estaba de luto ante la pérdida de 5 integrantes del mismo, entre ellos Sialuk y Mik. Taorana había estado llorando los 2 días seguidos por la pérdida de su mejor amiga y no negare que yo también llore su perdida, pensaba pedir su mano cuando volviéramos de la expedición, aunque eso no pasara ahora que ha muerto. Erinaq se veía firme ante la situación, sé que Mik era uno de sus amigos y todos sabemos que en el fondo le dolía haberlo perdido.

Alleq tenía los ojos vacíos, la culpa lo estaba consumiendo y parecía como si su alma se hubiera ido junto con la de los caídos.

El resto del grupo estaba de luto y nadie hacia ningún ruido, lo único que podías escuchar era el llanto de los que perdieron a alguien, un llanto que hacía que el bello paisaje se volviera más frio y oscuro de lo que ya era. Para este momento ya llevábamos 5 días en marcha y si, estábamos perdidos. Erinaq no sabía cómo volver y no podíamos encontrar comida o refugio en ningún lado. Cada quien tenía unos cuantos pedazos de carne seca y muy poca agua. Básicamente estábamos caminando hacia nuestra perdición, en busca de algo que nos salvara.

-Saamik, hay mamuts a lo lejos, podemos cazar a uno pequeño. - dijo Taorana señalando a una manada de mamuts que se asomaba a lo lejos, me acerque a Erinaq para decirle, pero él ya los había visto.

-Alleq, Taorana, Ituko y tú, vayan por el más pequeño, será fácil de atrapar y seguro nos va a sobrar la carne. - Dijo Erinaq y nosotros hicimos lo que nos dijo, estábamos débiles, cansados y hambrientos, una combinación no muy buena para cazar un mamut, pero no había nada más por aquí.

Tardamos aproximadamente cinco minutos en llegar a donde estaban los mamuts, el grupo estaba detrás de nosotros esperando pacientemente mientras preparaban todo para hacer una fogata donde cocinar la carne. Si es que conseguíamos algo.

-Hay una cría, si distraemos a la madre podemos matarla. - Ituko tomo la delantera y salto ante el gran mamut que al instante se puso alerta y empezó a perseguirlo alejándose un poco de la cría, dándonos el espacio suficiente para lanzarle nuestras lanzas y derribarlo.

Después de un rato de pelea con la madre enojada, conseguimos que se fuera junto con el resto de la manada. Entonces pudimos acercarnos a la cría que agonizaba herida en el frio suelo. Era un mamut precioso.... Daba pena tener que matarlo tan joven, pero teníamos que comer.

-Lo siento mucho- Dije enterrándole mi laza en el cráneo para terminar con su sufrimiento. Después con la ayuda del resto de grupo arrastramos al mamut lo más cerca que pudimos de donde habían preparado en fuego.

Partimos al mamut, cocinamos su carne y comimos la mayor cantidad posible, luego secamos tanta de ella como pudimos y limpiamos algo de su piel para hacer abrigos nuevos y no morir de frio. Luego usamos sus colmillos que apenas empezaban crecer y algunos de sus huesos para hacer puntas nuevas para nuestras lanzas y reforzarlas. Permanecimos 3 días en ese mismo lugar hasta que ya no había más mamut que comer o usar. Luego seguimos nuestro camino.

a vez $

caminando sobre hielo (proyecto de historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora