Capitulo 8

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"Bailando entre estrellas"

Esa misma tarde el circo de los hermanos Rous se puso en marcha, subiendo a los nuevos artistas y animales, incluyendo a la pequeña Elie. Pronto los vagones del tren empezaron a chirriar lo cual daba la señal de que estaba a punto de avanzar y así lo hizo. Los vagones se empezaron a avanzar y pronto la estación donde estuvieron anteriormente se fue desvaneciendo, el tren cada vez iba más rápido.

En uno de los vagones se encontraba Sara, Exo, Luh y Macu, todos sentados en el suelo del vagón sobre una manta. Sara les había practicado sobre Elie la nueva elefanta del circo y sobre el trágico destino de la madre de Elie.

Todos escuchaban atentos mientras el vagón se movía un poco brusco por el agitado camino que había en aquel lugar. Luh tenía un nudo en la garganta, Exo tratando de aguantar las lágrimas y Macu prácticamente llorando en silencio.

—eso es muy triste, me hubiera gustado ayudarlo —. Menciono Luh con algo de dificultad.

—a mí también me hubiera gustado ayudarla, pero nosotros ni nadie, exacto los jefes de ese circo en donde tenían a la madre Elie son los únicos que pueden elegir lastimosamente—. Opino Sara, con unas cuantas lágrimas en ambas mejillas.

Todos se quedaron en silencio, el único sonido era el de las tablas trinchantes y traqueteo del vagón y el típico sonido de la brisa y el crujido de las ramas y hojas. Tras pasar alrededor de unos veinte minutos y por fin había olvidado un poco el tema.

—Y cambiando de tema Sara ¿Por qué te besaste con Gona?—pregunto macunda con picaría.

—em yo... nos ¿vistes?—. Sara tenía la cara totalmente roja.

—claro que los vi, entonces a alguien le gusta un cirquero ¿pensaba que te gustaban más las morsas?—. Macundra volteo a ver a Exo.

—Yo pensé lo mismo, nunca me imaginé a ti a Gona como pareja—. Sonrió Luh con picardía

—chicos, no estamos saliendo solo es que nos...—. Sara pensó en una excusa que sea muy creyente pero no se le ocurrió ninguna. —sabes que a la mierda... ¡si me bese con él y que!—. Grito Sara.

—waoo no me lo imagine que lo confesaras—. Menciono Exo, se le notaba un poco celoso.

—para serles sincera, no sé qué paso, simplemente me enamore de él, pero aún estoy confundida y también el, por si no lo sabían él está comprometido está a solos tres semanas de casarse y yo pues soy un estorbo en su relación pero almenas ambos acordábamos en olvidar el beso—. Explico Sara con detalle pero aun así no podía decir todo lo que en realidad pasaba en su cabeza.

—pero solo llevamos unos cuantos días aquí, aquí en este circo no podemos confiar en nadie, ni siquiera en el—. Menciono Exo con un tono de rabia.

—joder tío, es que no se, estoy confundida pero el poco tiempo que llevamos aquí se averiguado que Gona es de fiar —. Le respondió a Exo.

—solo te quiero proteger—. Menciono Exo mientras ambos se miraban con odio.

—si es por qué no correspondí tus sentimientos hacia mí, no hace falta que lo hagas en aquella noche te dije que lo pensaría pero no siento nada por ti, simplemente te considero un hermano para mí—. Fue un duro golpe para Exo.

—tía, es que yo... te quiero —. Confeso Exo con unas lágrimas que estaban a punto de brotar.

—yo te quiero, pero no de la misma manera que tú me quieres, pero yo siempre estaré contigo en las buena y en las malas—. Sara abrazo a Exo, el contrario respondió al abrazo, extendiendo los brazos y abrazándola fuertemente.

—gracias sarinha pero aun así no quitare mis sentimientos hacia ti ¿lo sabes?—. Menciono Exo.

—simplemente olvida y sigue con tu vida hay mejores chicas que yo—. Sara se zafo de su agarre y dándole una sonrisa sincera a su amigo y que también le devolvió la sonrisa.

—Gracias— agradeció Exo, mientras los otros dos gilipollas no entendieron lo que había pasado en tan solo menos de cinco minutos.

***

Había pasado ya dos días desde aquel suceso, habían llegado a una de las ciudades más hermosas y románticas del mundo, Paris. El tío Dionis había conseguido un permiso para dar su función hay pero eso sería al día siguiente.

Esa tarde recibió una invitación de Gona para que fuera a su vagón, ella se encamino hasta allá. El tren se había estacionado a tan solo unas cuadras de la torre Eiffel . Sara tras llegar al vagón del pelinegro, la recibió la prometida de Gona, Esmeralda, ella vestía un elegante vestido azul marino que resaltaba su estupenda figura.

—vamos pasa Sara, yo no muerdo—. Esmeralda rio tras el comentario que dijo.

Sara entro ignorando a esmeralda y se encontró con Gona que vestía un elegante traje negro con corbata verde, lo hace ver muy guapo más de lo que ya está.

—hola, ¿para qué mes querías Gona?— pregunto Sara.

—Te invito a un baile que se hará enfrente de la torre Eiffel, hace que ponte ese vestido rojo que te dejo en el baño y arréglate para la ocasión—. Explico Gona con una alegría que no se podía ocultar.

***

La hermosa noche se dejó caer, un gran número de luces y música se encontraba a un lado de la hermosa torre Eiffel, Sara boca vierta por la majestuosidad de aquella enorme torre. Sara se había puesto muy guapa para la desvelada. Nunca jamás se le había puesto hace, un bello vestido rojo con encajes plateados y alguno que otro dorado y unas hermosa capillas doradas. Perfecto para esta noche. Los tres se habían sentado en una mesa que se encontraba desocupadas y veían a gente bailar y tomar, era un ambiente muy festivo.

—cariño, voy a conseguir más wiski para todos, espérenme aquí—. Esmeralda se levantó de su asiento y fue a buscar más bebidas, dejando solos a la parejita.

Ambos estabas en silencio, pero hasta que una canción se dio sonar, era la favorita de Gona, hace que rompió el silencio y llevándola casi a rastras a Sara hasta la pista de baile. La canción era muy lenta perfecta para un ambiente romántico.

—tío, yo no sé bailar—. Dijo Sara un poco avergonzada.

—eso no importa, yo te enseño, simplemente déjate llevar—. Menciono Gona con tranquilidad.

El pelinegro la tomo por la cintura y a Sara rodeo sus brazos por el cuello del chico y empezaron a bailar muy pegados del uno con el otro. Para mucho ser un simple baile pero para ellos era como bailar entre estrellas.

Cada leve movimiento era mágico, ninguna otra sanción tan única se comparaba con la que ambos sentía en ese momento, pero a veces así es la vida, te poner nuevas formas de ver la vida y tu trabajo es decir como la tomaras en tu vida.

Y como todos se imaginan lo que tuvo que pasar paso. Ambos con la mirada fija en el otro, y pronto sus labios se unieron para dar paso a otro bellos sentimiento. Un beso era lo ambos anhelaban pero para ellos estaba prohibido.

Pero todos saben lo que está prohibido es más divertido y más excitantes.



LOS jAMO MIS GOMITAS

"El Circo De La Vida" ~Gorinha~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora