Regresa a mi

Cuando todo se derrumba

Otro mes había pasado ya y Hiroki sentía que su amante estaba cada vez más ausente, pero sabia que en algún momento estaría con él ya que en la mañana este mismo le había dicho que por fin le darían tiempo libre. Él castaño había preparado una deliciosa comida para recibirlo sabia que al rededor de las 3 llegaría, solo faltaba media hora así que fue al cuarto de su futuro bebé y se quedó cerca de la cuna imaginando los hermosos recuerdos que podrían hacer y como se vería Nowaki como padre cargando a el fruto de su amor. Hiroki visitaba ese cuarto cada vez que se sentía sólo por la ausencia del pelinegro o nervioso y frustrado, le encantaba calmar todos esos sentimientos imaginando que todo estaría bien o eso quería pensar.
De un momento a otro Hiroki sintió un pequeño dolor y se llevo su mano a su vientre acariciándolo, no podía estar pasando de nuevo eso, de pronto sintió que algo había descendido por sus piernas y bajo la vista para mirar mejor, su pantalón estaba manchado de sangre, de un momento a otro se quedo congelado no sabia que hacer, quizás lo mejor era esperar, en cualquier momento su pelinegro entraría por esta puerta así que espero pero no había señal de él y no podía dejar pasar mas tiempo cada vez se sentía peor; camino lentamente tomando como apoyo la pared y algunas cosas que estaban estables hasta llegar al teléfono, marco el número del hospital donde trabajaba Nowaki y espero a que en la otra linea contestaran cada pequeño sonido que hacia el teléfono para que entrara la llamada se le hacia eterno.

Buenas tardes - contestó una voz de una chica -

Necesito un.....una ambulancia - dio su nombre y dirección como el número de su departamento, colgó el teléfono dejándose caer lentamente al piso - por favor mi amor resiste, vendrán por nosotros - decía con lágrimas en los ojos a su pequeño bebé y fue todo lo que recordó.

Abrió lentamente los ojos, lo primero que vio fue el techo blanco y escucho sonidos de pequeñas máquinas y pasos de allá para acá, bajo lentamente su mano a su vientre y su todo a su alrededor se paralizo por un segundo- No, no, no - no pudo evitar soltar lágrimas, ¿por que tenía que pasarle eso a él? No podía ni quería creerlo, cerraba sus ojos esperando a que fuera un sueño, lo deseaba tanto, despertar y tener a su lado a su esposo y su pequeño bebé bien; pero por desgracia eso parecía tan real y que nunca se acabaría que comenzaba a darse cuanta que no podía ser solo eso, una pesadilla. 

Por otro lado el médico había llegado a la mañana siguiente, a pesar de que dijo que estaría libre ese día había salido a resolver algo; entro al salón de estudio y volvió a sacar los papeles leyéndolos de nuevo aunque algo le parecía extraño, de un momento a otro recordó a su castaño y salio a buscarlo pero no lo encontró ¿a donde pudo haber ido?; sonó el teléfono y fue a contestarlo.

Si, habla Kusama Nowaki - dijo con una sonrisa que cambio de un momento a otro a una cara seria - si, voy por para allá -tomo rápido ropa de su esposo y la metió en una maleta para ir directamente al hospital.