Regresa a mi

Nuestra cita

Esa mañana Hiroki después de tres días de haberse sentido mejor se encontraba arreglando su cabello mientras se miraba frente al espejo, tendría una cita con Shinoda, al final había decidido hacerle caso a su madre, no perdía mucho y quizás podría funcionar, termino de acomodar su cabello hasta que le convenció  su imagen que reflejaba el espejo y salio de la casa donde Shinoda ya le esperaba.

Hiroki, te ves hermoso - se acerco a su lado y tomo su muñeca, sabia que si tomaba su mano el castaño armaría un gran alborote, pero por ahora en esa cita era su meta, tomar su mano, hacerlo reír y quizás llegar a darle un pequeño beso o rose de labios con eso se conformaba el rubio-

Gracias Shinoda -por su parte el castaño no sintió eso como ningún tipo de alago ni provoco ninguna emoción en él - 

¿Te gustaría ir a el cine? -pregunto algo emocionado el rubio, no podría creer aun que esa oportunidad se le estuviese presentando -

Creo, que estaría bien -intento sonreír, aunque no tenia las ganas de hacerlo y su mente comenzaba a regañarle, por no poner de su parte, negó con la cabeza e hizo el propósito de que seria la mejor de las citas -

¿Te encuentras bien?...siento que no es en verdad lo que quieres - dijo un poco desanimado el rubio-

¿Qué dices? Claro que quiero! -sonrió esta vez sin forzarse tanto- 

Así fue, primero pasaron al cine y Hiroki iba a reclamar cuando Shinoda pidió la película más cursi que podía ver pero al final no hizo ningún comentario ya estaba decidido a dar lo posible para que funcionara. Ahora ellos se encontraba comiendo en un restaurante familiar que nunca había viso Hiroki  en todos los años que había vivido ahí, quizás era nuevo y agradecía que no dieron con el restaurante donde solía vicitar con Nowaki.

Aunque por otro lado se encontraba un doctor pelinegro demasiado cansado y no solo físicamente sino también mentalmente  de tantas emociones que no lograban acomodarse en su interior, se sentía tan confundido, feliz, enojado y triste era como una bomba inestable que en cualquier momento explotaría, lo habían mandado a descansar un poco porque le habían ya llamado la atención un par de veces por distraerse y encontrarse tan disperso. Nowaki caminaba por las calles con la mirada baja perdido es sus pensamientos, de vez en cuando llegaba a chocar con alguna que otra persona y estas le miraban mal pero él solo seguía su camino sin pedir disculpa alguna, levanto la mirada y lo que vio fue el detonante de la bomba, no lo pensó ni un segundo y se adentro al restaurante demasiado molesto....

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Me siento inspirada, llegan vacaciones y además me esclavizaran después estudiando ;-; tengo una semana libre e intentare subir lo cap. que pueda.