A la mañana del día siguiente Hiroki había llegado a casa, él médico lo había ido a recoger y ahora el castaño estaba recostado en la cama mientras su esposo le preparaba una deliciosa sopa.
Hiro-San traje algo para que comas, después debo ir al hospital - se sentó en la orilla de la cama acercándole el plato-
No quiero - dijo mientras daba la media vuelta -
Lo dejare aquí ¿esta bien? - dejo el plato en una mesita de noche y se acerco para acariciar su cabello pero Hiroki se cubrió rápidamente con las cobijas.
Hiro-San.... -susurro desanimado y salio de la habitación. Todo se quedo en silencio, Hiroki solo cerro sus ojos dispuesto a descansar pero no pudo, sus planes se vieron arruinados cuando sonó el timbre ¿quien podía ser?, ¿acaso Nowaki había regresado por algo que olvido? No... No podía ser él, sin duda hubiera entrado sin tocar, se levantó de la cama y se dirigió a la puerta abrir, no tenia ganas de hacerlo pero podía ser importante. Abrió la puerta y vio a su amigo de la infancia Akihiko.
Hiroki -no sabia si hacerlo pero finalmente lo hizo abrazo a su amigo - siento lo que paso Hiroki
Gracias Akihiko..... -dijo con un nudo en la garganta intentando evitar llorar por su parte Akihiko no dijo nada y acaricio su cabello- Misaki quería venir pero ahora mismo esta en la universidad.
Entiendo - se separo de Akihiko - ¿Quieres pasar?
No, solo venia rápido, además debes descansar - revuelve un poco el cabello del profesor- si necesitas algo por favor no dudes en pedirlo.
Si, muchas gracias Akihiko
Entonces me voy, cuidate Hiroki - se aleja poco a poco hasta que se pierde de la vista del castaño quien regresa y vuelve a meterse a la cama mirando al techo y perdiéndose en sus pensamientos, después de un momento se levanta decidido y toma su teléfono celular marcándole a su amigo.
Akihiko - dijo cuando finalmente entro la llamada -
¿Que pasa Hiroki?,¿Te sientes mal? - pregunto al otro lado de la linea
No, pero necesito un favor - dijo decidido-
¿Que es lo que necesitas?..........
ESTÁS LEYENDO
Regresa a mi
FanfictionÉl pelinegro se había arrepentido de tomar muchas malas decisiones, pero no tanto como la de ese día, quizás si hubiera sido mas atento y si hubiese escuchado mas a su castaño no estaría pasando por eso, su amado le había llegado a escupir todo el o...
