No la subestime

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La poesía tiene aroma de zacate de limón,

revierte,

despierta,

anula,

contradice,

palpita,

atraviesa,

demuele,

crece en la desesperación,

apoca el miedo ser del solitario,

convierte,

teme,

valida,

a veces solapadamente cursi,

renegada,

abstracta,

larguísima de asfixias,

o cortita de remilgo abrazo,

carburada,

encendida,

con golpes de tambor o címbalos.

Puede ser tan Poe con sus misterios del aire y del cuervo que habita

descalificado

o puede ser tan Nicanor Parra donde la vida diaria tipifica la especie

humana con su abrupta manera

de verla con asco, tedio y demolición,

pero tan poesía, sin líneas ni mediciones,

solamente escrita para vivir dentro de sí.

.ZipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora