CESÁREA

7 1 0
                                    

Mi vientre con su cesárea de pájaro,

tuvo una pausa mañanera a las 10 y 30 para morirme un poco,

mientras mi hija nacía,

allí maté mi soledad furibunda,

no era la piel de un hombre,

era la batalla de la primavera queriendo nacer en mí,

de ese modo materno,

tan lleno de papel de cebolla

con un chasquido del primer llanto,

golondrina que vuela desordenada,

que empezó arrugadita a sostener mi mano,

hasta este día,

donde me dice y me digo,

que ella es suficiente.

.ZipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora