Sueño con encontrarte (AU)

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Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión.
Walt Whitman
No te detengas




Lo primero que había pensado de su primer encuentro, era como había logrado imaginar a un chico tan apuesto.
Magnus Bane podía ser la única persona en el mundo que no recordaba lo que soñaba y la primera vez que lo hizo, fue con un chico de ojos azules, cabello negro y tez increíblemente pálida.
-Disculpa- le dijo- Eres real?
-Si- le respondió el chico- Tu no eres real. Yo soy real. Estoy soñando.
-Ah- Magnus no entendía- Pero esta es mi mente.
-Lo sé- respondió el chico- Siento que no estoy en el lugar correcto, pero soy yo el que está soñando. Como puedo estar soñando y sentir que no estoy en mi mente?
-No sabía que estábamos en filosofía nivel avanzado- le dijo Magnus. El chico se le quedó viendo, como si no entendiera lo que dijo o no sabía que responder- Después de todo, no me dormí en clase y no soy de los que recuerdan lo que sueñan.
-Ah- dijo el chico- Y donde estás?
-Acostado en mi cama- le dijo Magnus- Pareces extranjero.
-Iba a decir lo mismo- le dijo Alec.
-Donde estás?
-En mi casa. Vivo en Nueva York.
-Yo estoy en Indonesia.

Ambos se quedaron callados y se quedaron viendo al otro.

-Dime tu nombre- le pidió Magnus.
-Para qué?- dijo el chico- De todos modos no vas a recordarme.
-Si lo haré, lo prometo. Me llamo Magnus Bane.
-Alexander Lightwood.

Y con eso, Magnus despertó.
El nombre del chico aún en la memoria.

***

Desde que era pequeño, Magnus creyó que estaría condenado a no recordar sus sueños, pero está vez había sido diferente. El único detalle era que no podía recordar bien como era el sueño. Lo único que recordaba perfectamente era a ese chico de ojos azules llamado Alexander Lightwood.
Podía recordar detalladamente como eran sus ojos y que tan puros eran. Podía recordar su cabello tan negro como el carbón y su piel tan pura y blanca. Una piel que parecía rogar ser besada y marcada a delicados besos. Labios tan suaves que merecían ser besados por alguien que los trate con cariño.

Podía ser Alexander alguien real? Era alguien que imaginó? Era alguien que habrá visto en algún lugar y su subconsciente puso esa imagen en su sueños?
Magnus no creía en Dios o Dioses, pero sentía que con sólo ver a ese chico, los ángeles eran reales. Que hacía el soñando con ángeles?
Lo único que sabía Magnus, era que debía encontrar a ese chico. Porque si era real, entonces ambos debían tener una conexión.

En la noche, Magnus sentía que algo no encajaba con su sueño.
Estaba en un departamento pequeño, pero ese departamento no era como los que hay en su país. El joven de ojos rasgados miró por la ventana y ante él, había un paisaje irreal: era la ciudad de Nueva York.
Magnus había visto la ciudad a través de fotos por internet, pero está vez parecía que la ciudad estaba mas cerca de el, como su estuviera allí mismo viéndola.
-No puede ser- Magnus escuchó una voz detrás de su espalda- Como puedes estar aquí? Se supone que eres una invención de mi cabeza.

Magnus se dio vuelta y vio a ese joven de ojos azules frente a él. Tenía un libro en la mano y estaba por sentarse en el sillón.
-De que hablas?- le preguntó Magnus.
-Que yo te soñé y te estoy viendo- dijo Alec.
-Entonces estás soñando?- le preguntó Magnus.
-No es eso, Magnus- le dijo Alec- Estoy despierto y ahora te estoy viendo en mi sala.

Ese segundo encuentro cambió muchas cosas entre los dos. Alec y Magnus descubrieron que no sólo podían verse a través de los sueños, también podían visitar al otro mientras uno estuviera dormido.
Ambos chicos empezaron a verse mas seguido y de a poco, las dudas sobre la situación en la que estaban empezaron a desaparecer. Sólo sabían que tenían una conexión que posiblemente otro humano no tuviera en el mundo.
Ahora, Alec y Magnus estaban en la habitación del mayor.
-Alec- le dijo Magnus- Desde que te conocí sentí que algo te inquietaba. Que ocurre? Si tienes problemas...
-Mi padre me echó de casa- soltó Alec.
-Por qué?- Magnus no podía creerlo.
-Me vio besandome con un hombre- le dijo Alec.

Las lágrimas no tardaron en aparecer en el rostro de Alec. Magnus se acercó a Alec y empezó a limpiarlas. El ojiazul se sonrojó.
-Ojala pudieras estar aquí conmigo- le dijo Alec.
-Yo pienso lo mismo- le dijo Magnus. Ambos se tomaron de la mano- Ojalá pudiera escucharte ahora mismo.

Entonces, a Magnus le vino una idea a la cabeza.
-Dame tu número- le dijo Magnus.
-Qué?
-Dame tu número.

Alec le dio su número a Magnus y este agarró su celular y empezó a escribir un mensaje. Un minuto después, Alec había desaparecido.
El ojiazul se despertó cuándo escuchó el timbre de su celular. Cuando lo tomó, no se sorprendió que le llegara un mensaje de un número desconocido.
Alec sonrió como idiota por lo qué decía el texto: Hola, ángel. Soy con quién has soñado 😘😝

***

Una tarde, Alec estaba en una cafetería esperándolo. Desde aquél mensaje, muchas cosas habían cambiado entre el y Magnus.
Un día, en el que Magnus visitó a Alec a través de su conexión, este le había confesado sus sentimientos y por primera vez recibió un beso lleno de amor.
Las ganas de verse mas allá de su conexión empezó a crecer en ambos enamorados y al final del año, habían arreglado que Magnus lo visitaría en aquella cafetería a la que solían ir cuándo Magnus lo visitaba a través de su conexión.

Ambos sabían que no eran como cualquier pareja. Ambos tenían una conexión que les permitía sentir al otro de la forma mas íntima y especial posible.

Alec miraba su celular mientras seguía esperando a Magnus. Estaba viendo una foto que Magnus le envió con su gato. Alec sonrió.
Entonces, unas manos le taparon los ojos. Alec conocía esas manos. Las tomó entré las suyas, se paró y se dio vuelta.
Y allí estaba. Enfrente de él estaba su novio y el hombre que amaba: Magnus Bane.
Ambos no podían creer tener al otro enfrente y decidieron cortar cualquier distancia con un beso.

-Hola, hombre de mis sueños- le dijo Alec a Magnus.
-Hola, chico de mis fantasías- contestó Magnus.





***

Feliz día de la mujer a todas mis lectoras. Gracias por estar siempre presentes y espero que les gustara esta historia.

Besos 😘

Caro ;)

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