Pandemónium (AU)

3.3K 251 17
                                    

Las luces brillaban y la multitud bailaba con el ritmo de la música. Se podía sentir el olor a alcohol y transpiración en el aire. En la noche, los demonios de la gente salían para divertirse y en el club Pandemónium, no había nada que los parara. El club era uno de los mas famosos de la ciudad de Nueva York. Muchos en la ciudad lo conocían por sus exquisitas y exóticas bebidas e innumerables habitación disponibles para noches de pasión y sexo. El club era para nada pequeño, mas bien, era uno de los clubes mas grandes de la ciudad. Algunos críticos lo consideraban la mansión Gatsby de estos tiempos.
Y por supuesto, su dueño era el gran Magnus Bane.

Magnus estaba en la zona Vip, rodeado de hombres y mujeres jóvenes y bellos.
Se estaba por llevar un sorbo de bebida a boca, cuándo lo vio. Saliendo de la barra y llevando un vaso de bebida, estaba el chico mas apuesto que sus ojos gatunos habían visto en esta vida.
Por su forma la forma de caminar y las adorables muecas que hacía al beber, el joven se  delataba así mismo con respecto a que nunca había estado en un lugar así.
Magnus pensó, que ese chico era como un ángel en tierra extraña y se conocía lo suficiente que como demonio que era, tenía que pervertir a ese ángel. Esta noche, un demonio llevaría a un ángel para violarlo,  primero lo atraería con dulces trucos y miradas. Luego, una vez en su lecho, lo penetraría y lo secuestraría para sí mismo.
Magnus sabía que el ángel era virgen y sabía, que esta noche dejaría de serlo.

Magnus se acercó al chico y tomó la bebida de sus manos (una bebida que apenas se empezaba a vaciar) y dio un sorbo de ella, guiñándole al ángel de ojos azules.
-Hola, guapo- le dijo Magnus- que te trae a mi club?
-Yo- el ángel tenía la voz rota y Magnus lo compadeció- vine a beber.
-Estás solo?- preguntó Magnus.
-Si- su afirmación sonó ambigua.
-Que pasa?- Magnus se preocupó por el ángel.

Magnus llevó al chico a la barra y empezó a darle un poco de bebida. Al principio el chico dudó, pero decidió beber.

-Estaba muy enamorado de un chico y estuvimos juntos un tiempo. Pero   esta tarde lo vi con alguien más y el solo se río de mí. Dijo que era un juego para él y que nunca me quiso. Que la mejor manera de tener a una mascota a tus píes es consentirlo. -Lo lamento que te rompieran el corazón de esa forma. Nadie merece que le hagan algo así.
-Vine aquí, para olvidarlo.
-Bueno, ya saben lo que dicen- Magnus empezó a servir dos copas de alcohol- el primero no siempre el mejor. A menos que sea el indicado.

Magnus le sirvió la copa al ángel y le guiñó un ojo.
Esa noche, Magnus se divertía muestras emborrachaba al ojiazul. Llegó un momento en el que pensó que ese chico tan hermoso ya estaba listo para ser probado por sus labios.
Magnus fue a la habitación privada que tenía y una vez que él y el ángel estuvieron allí, empezaron a besarse.

Al principio eran besos dulces y maravillosos; luego se hicieron mas fieros y sensuales.
Ambos rozaron sus caderas y sintieron sus erecciones, gemidos se emitieron de ambas bocas.
La ropa terminó desapareciendo y uno se metió en la boca del otro.
-Dime tu nombre- dijo Magnus entre gemidos- Te lo suplico.
-Soy Alec- dijo el ángel cuándo el mayor salió de su boca.
-Alec- el nombre del ojiazul sonó como un ronroneo en los labios de Magnus.

El mayor se acostó sobre el menor y empezó a besarlo. No solo por la excitación, también fue por algo mas. Cuando se besaban, no sentían que besaban a un extraño. Sentían como un anhelo que sentían desde hacía mucho y que por fin había desaparecido. Que allí, junto al otro, por fin no estarían más solos.
En un momento, Magnus metió sus dedos en la entrada de Alec y empezó a moverlo, buscando su punto de placer. Cuando lo encontró, lo penetró lentamente.
Las estocadas eran lentas, pero luego fueron siendo mas rápidas.

Al final, cuando estuvieron sudorosos y cansados, Alec se acostó junto a Magnus.
-Yo no soy así- dijo Alec- Tu eres el primero con quién me acuesto y nunca lo haría con un desconocido.
-Yo también te seré honesto- dijo Magnus- Yo soy de acostarme con cualquiera que me atraiga, pero entre los muchos antes de ti, tu eres con quién mejor la pasé hasta ahora.
-Me gustaste en cuanto te vi- dijo Alec- y también me gustó hacerlo contigo.
-Que te parecería conocernos mejor?-Magnus sabía que en el momento en que abriera los ojos,   Alec y el se separarían y Magnus no quería eso- Viernes, cita?
-Me gustaría- dijo Alec- Me gustaría salir contigo.

Ambos se acurrucaron mejor y volvieron a besarse, sabiendo que eso solo era el principio de algo.
Sabían que no podían dejarse ir.

Malec, One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora