Tras haber aparecido aquel peculiar portal del cual pintura caía al suelo, aparece Ink saliendo de este con una gran sonrisa en su rostro.
— Hola, tanto tiempo sin vernos. — cuando los tres niños vieron aquel carismático sujeto se levantaron de manera apresurada para ir y ponerse frente a el teniendo una gran sonrisa de felicidad, a excepción de Sans quien mantenía su sonrisa de siempre.
— ¿Que hay? —
— Hola Sans, ¿como han estado las cosas por aquí? —
— Muy tranquilas, papá cuida el solo salir pocas veces. No quiere toparse con los monstruos de este sitio. —
— Eso es bueno, no me gustaría tener que regresarlos aquel lugar. Muy bien, ¿donde esta tu pad- — antes de poder seguir hablando apareció Gaster por la puerta, al momento de entrar se le veía con un semblante de nervios y un tanto molesto pero al ver a Ink este se calmo dejando ver una sonrisa con la cual se acercaba hasta aquel esqueleto.
— Bienvenido, ¿a que se debe tu repentina visita? —
— Quería venir a ver a ___ en su primer día en el laboratorio, es algo para conmemorar. Además, quería hablar contigo acerca de algo que he notado. Vayamos a un lugar un poco mas privado. — Gaster al escucharlo solo sonríe y con un movimiento de mano lo invita a seguirle.
Mientras que ambos sujetos abandonan la habitación, los tres niños quedan nuevamente en soledad en aquella inmensa habitación.
— ¿Que es lo querrá decir a papá? Ink se veía un poco extraño... — decía Papyrus quien se acercaba hasta Sans quien lo miraba sonriente.
— No lo se, tal vez se deba a que el otro día hable con el y le contente algunas cosas acerca de papá. —
— ¿Hm? ¿que clase de cosas le dijiste sobre Gaster? —
— No te preocupes por eso ahora, ¿vamos a la maquina expendedora? Tengo un poco de hambre. — sin esperar opinión alguna, Sans camina hasta la puerta para salir de ahí, sin quedarse atrás, Papyrus y ___ lo siguen de cerca.
Tras durar unos minutos en llegar hasta un elevador donde a un lado estaba la maquina, los tres niños miran con anhelacion aquella comida que a cambio de algunas monedas estaría a su alcance, pero para una mala sorpresa, Sans no llevaba nada de monedas encima, al igual que Papyrus y ___. Con desilusión están a punto de regresar a la biblioteca cuando Sans tiene la brillante idea de ir a con su padre a su habitación donde el hacia todos sus proyectos.
Caminando los tres hasta dichosa habitación, ___ miraba hacia todos lados teniendo en duda que abría tras aquellas puertas. Nunca se atrevió a preguntar a los dos chicos ya que ella creía que seria muy grosera, esperó a que ellos le dijeran pero eso no paso ya que ya habían llegado a la dichosa habitación donde se suponía estaba Gaster con Ink.
— Muy bien, no hagan ruido, ¿si? — Sans hablaba en un tono casi inaudible pero sin oponerse, los dos niños restantes aceptaron, cuando Sans abrió la puerta dejo ver una habitación blanca con algunas maquinas y una que otra cubierta por una sabana.
Papyrus y la pequeña niña estaban confundidos ya que ahí no se encontraban ni Gaster ni Ink lo que se les hizo extraño ya que Sans les guió hasta ahí con na excusa de que ambos estarían justo en ese sitio.
— ¿Sans, que hacemos aqui...? Papá dijo que no podíamos estar aquí. —
— ¿Donde estamos?...
— Tranquilos, necesito ver algo. — Sans se movía directo a un panel de control que justo se encontraba frente a una gran pantalla, tras mover algunas cosas la pantalla enciende dejando ver varias imágenes, o eso creían hasta ver como monstruos se movían por aquellos lugares.
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Un extraño amor. [ Sans x Reader ]
Acak« Tu nombre es ____ y tienes la edad de 6 años cuando esta devastadora guerra entre humanos y monstruos inició. » « Tu padre murió en la guerra y tu madre desesperada huyó de todo eso dejándote a tan corta edad por tu cuenta, pero no todo era gris...