Una semana. Una semana es lo que llevo encerrada en esta casa, en este barrio, y esta ciudad. No puedo más.
¿Por qué nos tuvimos que mudar tan lejos de mi anterior hogar? ¿Qué he hecho para merecer esta injusticia? Seguro que en la otra vida yo era un mafioso o algo así.
Vale si, soy una exagerada, pero solo se sabe lo mal que se pasa en esta situación hasta que se vive. Ésta y cualquier otra. Desde entonces, lo unico que hago son vídeo llamadas con los chicos, pero como es de esperar, estan pasando de mí. Sí, habéis leído bien. Pero los entiendo, quieren disfrutar del verano como cualquier adolescente, ir a fiestas, piscina, y todo lo que tenga que ver con salir. Cualquier adolescente menos yo. No por mí, sino porque no conozco a nadie.
Mi padre de vez en cuando me anima a que salga al jardín con el a jugar al fútbol, pero no es mi mayor aficcion.
Mi madre en cambio, está deseando enseñarme a cocinar y aprovecha cualquier momento para meterme como pinche en su cocina. Tampoco me agrada la idea.
Papá, mamá, no quiero ser ni futbolista ni cocinera en un futuro, gracias.
Me estoy pegando al sofa de pasar tanto tiempo en el y mas con este calor. Ni os llegáis a imaginar de lo que me aburro, que hasta se me ha pasado por la cabeza llamar a Me...
No, no y no. No hagas tonterías, comportate.
-¿Hola? ¿Qué haces? Acepto lo que dijiste. -Trago saliva. -¿Cuándo quieres que empecemos el nuevo vídeo?
-Oh primita, ya sabía yo que al final me harías caso.
-Esto no significa nada. -Concluyo.
(...)
Sigo a Mery con cuidado de no tropezarme con alguna piedra o tramos de tierra, o de pisar alguna mierda de vaca. Ella va a paso ligero, como si estuviera acostumbrada a hacer mas veces este camino. Cuando estoy a punto de alcanzar su paso, se para en seco, lo que aprovecho para coger aire.
-Es ahí. -Señala la rama de un árbol.
Yo estoy tumbada en el suelo intentando recomponerme. Odio el ejercicio, y más andar por el campo.
-Huele a mierda. -Hago una mueca. -¿Por qué hemos venido aqui? Además hay bichos. -Añado.
Me mira extraña como intentando descifrar algo en mi cara. -¿Pero tú no vivías en un pueblo? Pensaba que esto te haría sentir como en casa.
Creo que esta chica ha sufrido algún cortocircuito en su corta vida.
-Un pueblo de 5.000 habitantes, y está situado entre ciudades, no en medio de la nada. -Me levanto y sacudo mi ropa por si algún insecto se ha colado en ella.
Una sonrisa se escapa de sus labios. -Vaya, pues tengo que viajar más. -Se rasca la nuca. -De todas formas, aquí grabaremos el nuevo vídeo.
-¿En la rama de un árbol? -Niego con la cabeza. -Paso, yo si quieres te grabo desde abajo. -Me cruzo de brazos a modo de defensiva.
¿De verdad se piensa que me voy a subir allí? ¿Y que haga un mal movimiento y me rompa la crisma? Definitivamente ha perdido la cabeza.
-Tienes que hacerlo tú. -Me mira fijamente.
-¿Por qué? El que inventa experimenta. -Me alejo de ella.
-Porque tengo miedo a las alturas... -Murmura mirando hacia los hierbajos del suelo.
¿Quién lo iba a decir? No sé si creermelo o simplemente es una táctica muy buena para que lo haga yo y poder burlarse de mí. De todas formas, elegí la segunda opción, y aquí me encuentro, subida a la rama y abrazada al tronco como si mi vida dependiera de ello. Bueno, es que en realidad sí depende.
Después de esto, lo que tengo que hacer es tirarme, y Mery me esperará abajo para cogerme entre sus brazos.
Aun no se como me he dejado convencer.
-¿Estás segura de que me vas a atrapar? -Pregunto una vez más muerta de miedo. Al menos son cinco metros de altura, ¿quién en su sano juicio haría esto?
-Sí, pesada, te lo he dicho mil veces ya. Confía un poco en mí. -Repite ella.
Sin mas dilación, cierro los ojos y me lanzo al vacío, o más bien a mi prima, donde caigo aplastándola y sintiendo un gran dolor por todo el cuerpo.
Suena un unisono grito y quejido por parte de las dos que seguramente se escuche por todo el estado.
-Dios mío Deni. -Se oye una queja debajo de mí. -Nunca pensé que un saco de huesos como tú me destrozara tanto.
La miro mal pero al segundo y por culpa de la situación, no puedo evitar reírme, a lo que ella me sigue. Quién nos vea... o mas bien, quién nos vaya a ver...
(...)
-Es flipante el salto que pegas, pero la caída... ¡la caída es bestial! -Me grita Nick desde el otro lado de la pantalla.
-A mí me parece una locura. -Opina Ian cruzandose de brazos y mirandome serio. -¿Qué te dijo para que saltaras?
-¿Te está amenazando Deni? Si es así sabes que puedes contar con nosotros en lo que sea. -Dice Jay preocupado y un poco exaltado.
Muevo las manos delante del ordenador para que se callen. -Parar, no me esta haciendo nada. Además, me lo pasé bien. Que mierda, ¡me lo pasé genial!
-Ahora querrás volverte una youtuber famosa también. -Ian sigue serio. Este rubito me esta empezando a cansar. Os aseguro que antes de irme no era así. Bueno sí, pero no tanto.
Arqueo una ceja, pero antes de que diga ninguna palabra, habla Logan. -Te echamos de menos.
Me lo quiero comer. Es el primero en decirme algo así desde que me fui. El cuarteto maravilla nunca es cariñoso, y yo tampoco, pero necesitaba oír algo así desde que llegué.
-¿Ahora eres un meloso? -Nick le pega una colleja al castaño.
-¡Eh! ¡Estate quieto! -Grita éste.
Y así empieza una pelea, todos contra todos. Después de reírme un rato de ellos, la pongo fin y me despido. Me tumbo en mi cama. Extrañaba hablar con ellos, y parece que la unica forma de hacerlo es subiendo vídeos nuevos.
Pues asi será, no pienso perderos.
ESTÁS LEYENDO
Dónde no me encuentren
Teen FictionHola, soy Denisa Christophers, pero mis amigos me llaman Deni. Digo amigos, porque es generalmente lo que suelo tener. Soy una más de ellos, de mis cuatro estúpidos, imperfectos, asquerosos y raros amigos (Aunque toda la escuela piense lo contrario)...