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¡Hola!

Hermosos seguidores del GoChi, hoy les traigo una nueva historia de mi parte que esta vez si será totalmente de mi autonomía, nada de crossover ni de adaptaciones, totalmente original y sacada de mi loca y escandalosa cabeza. Espero les guste y espero contar con su apoyo.

Sin más comencemos.

Los personajes de Dragón Ball Z no me pertenecen son propiedad de Akira Toriyama, yo solo los tomo prestados por mera diversión

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MoonWalker/Otaku/Jacksonera- Stranger In Moscow

PD: perdón si tengo algún error de ortografía

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¿Luz? ¿Oscuridad? ¿Agua? ¿Sol? ¿Mundo o la Nada? ¿Qué importaba? la mugrienta celda donde estaba le impedía una cosa o la otra, tirada en la tierra soportando hambre y frío, sed y calor todo en un mismo lugar. Totalmente inmóvil por su precaria condición, ya había perdido la cuenta de cuantas veces la habían lanzado en ese lugar por meterse en problemas, siempre había una chispa que encendía su odio irremediable contra los habitantes de ese planeta, gruño intentando levantar un poco su cuello para poder llegar a la conocida gotera que le apagaba la sed de ves en cuando, pero estaba tan lejos que no sabía si podría Llegar antes de morir deshidratada.

-M-Maldi-tos...- logro articular cuando su cabeza choco de nuevo contra el suelo al no poder su cuello sostener el peso, llevaba días en la misma posición y sin ningún tipo de alimento o bebida, cada vez que lograba llegar a la gotera alguna maldita guarda llegaba y la arrastraba por las piernas estrellándola contra las paredes rocosas y luego le daban un par de patadas sacándole la poca sangre que podía recuperar.

"Malditas perras"

Nunca la dejaban tranquila, jamás podían verla quieta, la humillaban, ultrajaban y hasta llegaban a escupirla solo por que para ellas era inferior.

"Jah, estúpidas"

Sabían que cuando no podía defenderse iban y se aprovechaban de la situación, pero cuando no...jah, sabían que era la peor pulga en el culo y más cuando las hacía vivir una odisea, fuera intoxicándolas o haciéndolas vivir un martirio con los estúpidos machos en ese planeta.

Volvió a intentar levantarse y solo logro quedar bocarriba ahogando el gemido de dolor al estirar un poco su cuerpo haciendo tronar los huesos al volverlos a encajar inconscientemente. Tomo aire y su garganta paso la poca saliva yacentes en su boca. Se obligó a dar otro bote y de nuevo sus huesos volvieron a sonar al quedar bocabajo y hacer fuerza para sacar uno de sus brazos que había quedado atorado debajo de ella.

Gruño de nuevo y dio otro bote, sabía que al hacer eso se lastimada un poco, pero nada comparado a lo que había vivido horas atrás, mientras rodaba sobre si para llegar a la gotera junto a la puerta metálica, maldita la hora en la que le hizo dar diarrea a unos de los soldados que custodiaban las puertas del castillo. Sonrió suficiente al saber el por qué.

Pero aún así no se justificaba la paliza que le habían dado, era demasiado ilógico y totalmente cavernario la manera en que la trataron.

"Estúpidos simios"

Un par de botes más y lleno a ese charco oloroso por el agua estancada, su cabello se mojo un poco pero aún así se empujo con los piernas como podía para poder recibir el agua escasamente limpia que caía de ese agujero en el techo.

Entre mis Ángeles y tus DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora