5

68 6 2
                                    

Hola chicas/os

Despues de meses, años ¡Décadas! Al fin traigo el siguiente capítulo de esta historia, admito que eh estado muy desconectada y todo es por una simple razón. Me da pereza, ¡Sorry! Procurare opacar esas malas costumbres, muy pronto intentare publicar el siguiente capítulo. Por lo pronto les dejo la continuación de lo que hace meses había escrito xD

"Me alegra llegar con un nuevo escrito para ustedes, pero hay algo que me mantiene cabezona ¿Por qué será que los Reviews cada vez son más escasos? No sé qué estaré haciendo (La actual yo si sabe 7*7) que parece que escribo por escribir y no hay nadie por ahí, amaría que ustedes mis lectores me dejaron, aunque sea un mensaje, así, chiquito, para motivarme, porque cada vez siento que somos menos aquí (en esta pareja) así que espero este capitule refuerce el temple, tanto de lectores como de autores. Gracias por llegar hasta aquí y sin más, comenzamos.

Los personajes de Dragon Ball Zno me pertenecen, son propiedad de Akira Toriyama, yo solo los tomo prestados.

Facebook: FanFiction Mikashimota Z

FanFiction: Mikashimota Z

PD: Perdón si tengo algún error de ortografía.

PD2: Perdón por demorar tanto

PD3: No basado lealmente al manga Dragon Ball Minus

MoonWalker/Otaku/Jacksonera- Hot Street

Advertencia: Ninguna

XxXxXxXxX

El camino había sido corto a la velocidad en la que había volado, su pobre madre escasamente había intentado seguirle el paso, pero, había quedado rebasada por más de cinco kilómetros, tardando casi veinte minutos en llegar a las cámaras de recuperación, empujando a cuanta persona viera y llamando a grito tendido al menor de sus hijos para encontrar mucho más rápido su paradero. Kakarotto había optado por seguir el conducto regular y aunque estuviera tranquilo la ignorancia de lo sucedido empezaba a remorderle por dentro, con preguntas incongruentes y situaciones a medio armar, dejando libre una mueca y el poco gusto por la situación, acelerando el proceso de los médicos de turno ante la situación comprometida de su progenitor, guiándolo por un extraño pasillo hasta las innumerables cámaras para desprender de las vestiduras a su mal herido padre antes de empezar el proceso de sanación, donde cada movimiento brusco rasgaba más la ensangrentada piel.

A pesar de que se hallaba levemente más tranquilo al verlo en medio de ese líquido verde aun podía detectar las leves líneas rojizas que escapaban de su cuerpo, las heridas abiertas no eran pocas y los moratones expandiéndose por sus fornidos músculos casi al punto de querer explotar, siendo un par de ellos unas bombas de tiempo, donde las muecas de dolor las únicas en confirmar el posible martirio que recorría su piel además del leve temblor de su cuerpo.

"¿Quién lo diría?"

En esa posición se le hacía pequeño, débil e impotente, ya no se mostraba la figura que antaño le atemorizaba o aquella que siempre tenía, esa fría y enojada expresión, aquella que le hacía ocultarse tras su madre y que en algunas ocasiones llorar sin razón aparente, el tiempo había pasado rápido, tan deprisa que ahora una mirada de él era como la de un oponente más, un desamparado hombre a menos de un metro suyo cubierto de moretones, rasguños y profundas heridas que poco a poco venían desangrándolo.

Entre mis Ángeles y tus DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora