La suerte de ambos no está de su lado, las pistolas siempre apuntan a sus cabezas y la muerte les persigue sin descanso. No hay vuelta atrás, se han enamorado.
¿Conseguirán sobrevivir a todos sus secretos?
ADVERTENCIA este es un libro que escribí s...
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La suave y clara luz del día atraviesa mis párpados como dos pedazos de papel.
Una presión me hace mirar hacia mi estómago,donde una suave y bella cabellera descansa sobre él.
Mis manos le acarician el pelo instantánea e inconscientemente.
No parece notarlo,me alegro más tiempo podré estar así.
Vivir todos los momentos que pueda con ella es primordial...¿Quién sabe cuando podrá dejarme?
«¿No pasó igual con Carrie?»
No,ahora cállate esto es diferente.
«¿A carrie no la querías?»
Joder si,si la quería. ¿Por qué debato conmigo mismo?
«¿Quieres más a Addison no es así?»
Si,mucho más además esto es distinto....
«¿Distinto?»
Si distinto,Carrie decidió irse...ya no existe para mí.
«¡Já!»
Cállate.
-¿Mike?...-musita mi bella durmiente,moviéndose para así poder mirarme.
-Estoy aquí cariño-le sonrío y beso su frente.
-Te quiero-me susurra y se estira para besar mis labios.
-Yo te quiero aún más-le confirmo.
Si supiera ella como la quiero...el problema es que yo no se cuanto me quiere ella.
En ese momento llaman a la puerta.
-Cariño soy mamá-dicen tras esta-buenos días a ti tan bien Mike-dice Isabella y sonrío-vestiros,James a despertado-concluye oyendo como da pasos hacia otra dirección.
Miro a mi Addi quien tiene las mejillas sonrojadas.
-Sabia que estabas aquí...-susurra mientras ríe tímidamente.
Yo niego con la cabeza mientras río suavemente besando el alto de su cabeza.
-Vamos-le digo y ella asiente.
(...)
Seguimos a Isabella por los pasillos,lleva un poco más de tiempo que nosotros aquí y ya parece saberse el lugar como la palma de su mano.
-Por aquí-nos dice conduciendonos por pasillos poco alumbrados.
En ese instante el doctor «guaperas» aparece sonriendo a mi chica de oreja a oreja.
-Buenos días señorita-dice sonriendo.
¿Yo soy invisible?
-Buenos días doctor-dice Addi colocando un mechón tras su oreja.
