La Reina De Los Rebeldes.

15: "Rixon".

Maratón 2/3

Termino de colocar las últimas trampas en la afuera de Spring Jackson, habíamos quedado con el grupo que esto serviría cuando viniera la Seguridad Real, nos daría tiempo de huir al bosque, lo que menos queríamos es una emboscada y que nos encarcelaran a todos, el Rey Maximiliano estaba decidido más que nunca en atraparnos a todos, vivos o muertos. Él no se compara a su padre, quien por años había luchado por erradicar a todos los Rebeldes de Helian, tuvo malos consejeros que siempre lo llevaron al fracaso de sus misiones, saliéndonos con la nuestra, pero su hijo mayor es diferente a cualquier Rey que se haya visto, es duro como un roca e igual que su espíritu, no se deja intimidar tan fácilmente como los otros, esta completamente decidido a borrarnos del mapa y seguir gobernador bajo una dictadura.

Helian en sus tiempos era una gran nación, me había contado mi abuelo cuando era pequeño, me contaba aquellas historias tan fascinante que no entendía porque ahora las cosas habían cambiado, al Rey Dorian, abuelo de Maximiliano Haven no le interesaba su pueblo, solamente deseaba hacerme más rápido y poderoso enfrente de sus enemigos, dejando de lado al pueblo que suplicaba por comida, mientras ellos se llenaban los bolsillos a nuestro costa. Así fue como poco a poco nuestra fortuna fue decayendo, volviéndonos un pueblo lleno de miserias y olvidado.

La rabia me carcomía por dentro, no podía seguir soportando las atrocidades que le hacía al pueblo, mandar niños a la guerra, solo para saciar su sed de superioridad con otros reinos, no cumplir con las demandas exigidas por los súbditos que querían mejoras para tener una mejor calidad de vida, pero el Rey hace caso omiso a sus solicitudes al contrario manda a su Seguridad Real a encarcelar a todos aquellos agitadores como él los llama, para ser llevados a sus calabozos y ser torturados. Ese hombre no puede ser nuestro Rey, la familia Haven tiene que desaparecer de Helian, nosotros haremos lo necesario para terminar con la tiranía de Maximiliano y liberar a mis hermanas y hermanos que lo único que anhelan es libertad.

Se que el camino deje a muchos atrás para poder ser parte de la causa Rebelde en contra de la familia real Haven, por ejemplo a mi familia pero es el precio que debo pagar para que ellos puedan tener esperanzas y tengan una vida mejor. Mi hermana es la única con la que he mantenido en contacto desde estos últimos dos años, recuerdo la última carta que recibí hace dos meses.

"Te extrañamos mucho, Rix. Deseo que pronto termine esta guerra y puedas volver a casa. Mamá está preocupada por ti, pero se la alegrado por tu carta de que estas vivo y nuestro padre entenderá que lo haces es por nosotros, seguro te va a perdonar, se que te ama tanto como nosotras".

Aquellas palabras dolían pero a la vez me alegraban de que todos estuvieran bien, y la Seguridad Real aun no sabía que formaba parte de los Rebeldes, eso los mantenía a salvo por ahora. Papá es él que más resentido está conmigo desde el instante que me marche, no hemos vuelto hablar. Le amarga saber que su único hijo se marchó a una guerra absurda, aun no entiende que esta es la única manera para que todo acabe. Amo a mi familia, y haré lo necesario para que estén bien y nos mantengamos unidos.

Leo el diminutivo de mi nombre "Rix" enseguida recuerdo a Tianna, ella solía llamarme de esa manera. Es una de las personas que más extraño pero también a la que más lastime con mi partida, habíamos hecho muchos planes entre ellos, casarnos y tener hijos, todo eso quedo en el olvido cuando recibí una carta en mi buzón que me había aceptado en la causa y necesitaban que me dirigiera al norte para comenzar con mi entrenamiento. Ver a Tiana llorando con el corazón roto, suplicándome que no me fuera, haya sido lo más doloroso que pude experimentar, ya que la amaba demasiado, aun la sigo amando. Me hubiera gustado que las cosas fuesen sido diferente, pero este fue el destino que elegí para mí en mejor dicho para nuestro futuro, si es que ella decide volver a intentarlo, darme una segunda oportunidad de estar juntos.