Capítulo 20

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-¡Sasuke, despierta!- grito en su oído
-Tsk...Molestia- no se porque pero esas palabras me hicieron sentir asqueada.

¡Ah!, ¡ya me acordé!, así llama a su pelirosa esposa. Que asco que me llame a mi igual.

-Soy menos molestosa que Sakura y eso que ella es tu esposa- digo, mientras me levanto y comienzo a recoger las cosas que utilizamos el día anterior. Nos tocó dormir a la intemperie, así que tenia que recoger las sábanas, y desarmar lo que utilizábamos como almohada, que consistía en nuestras bolsitas donde estaban los kunais, envueltos en unos paños medianos, clavados a la tierra con algunos shurikens.

Si soy muy creativa.

-Hmp- se levantó, me miró de reojo, pateó una lata donde habíamos encendido una pequeña fogata y se fue. No es la primera vez que me deja atrás. Presiento pues que tampoco será la última. Con el nada se sabe.

Recogí las últimas cosas y me levante, ya no había rastro de el, ¿Cómo carajos camina tan rápido?, pues sólo el conoce esa respuesta.

Mientras pongo mi marcha en su búsqueda, recuerdo que cuando pasa eso no lo vuelvo a ver hasta el día siguiente, lo que implica unas 24 horas de libertad, y a la vez, de soledad.

Me he acostumbrado a su presencia, tanto que ya ni me reconozco a mi misma, se supone que no debo confiar en el pero...¿A quién seguir?, estoy hasta confundida. Me adentro a una aldea. Esta bastante poblada, ojala y que no ataquen a la pobre, no parece muy fuerte en su estructura para aguantar un ataque, pero con personas quizás y hasta ganen.

Los miro a todos, de vez en cuando pregunto su han visto a Sasuke, dando su descripción física. Algunos dicen que si, otros que no. Otros me llaman acosadora pero me da igual. Mejor me concentro en mi día libre.

Me paro frente a un mercado y compro varios tomates y dangos, como me gustan los dangos.

Pero...Hablando de dangos...¿Itachi?.

Ay por favor mente, ya cumplí mi condena con el, no quiero pensar di quiera en que está vivo y puede estar pisando ahora mismo el mismo suelo que yo. Me repugna esa idea.

Meneo la cabeza de un lado a otro tratando de apartar mis pensamientos, me están impidiendo disfrutar mi comida.

Las horas pasan, voy abarcando cada vez más terreno, hasta que la noche me cae arriba, me adentro a un bosque.

Sasuke no está por ningún lado, si fue mi día libre y solitario, supongo que el fue a ver a su familia. O quizás a un lugar a dormir todo el día.

Cerca de mi se entiende una luz, algo extraño, es bastante tarde. Miro hacia allá y me sorprendo.

Dios, por favor yo ya cumplí mi condena, no me haga esto...

Bajo El Mismo Sharingan ((Sasuke Y Tu)) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora