A eso de las 11:00 de la noche mientras aparcaba el auto después de cenar con mi familia recibí un mensaje de Simón diciendo que iba retrasada porque había salido con las chicas de compras y se estaban arreglando para venir. Subí los escalones hasta el edificio y cuando estuve dentro me metí al ascensor y pulsé los botones de mi planta. Las fiestas de Dillon siempre resultaban algo extremas, mi amigo no se conforma con algo normal y es por eso que tenía miedo de la presencia de Simón aquí, sé que su carácter y sus ideas son distintas a las de Dillon y ese es un gran problema.
Caminé hasta la puerta de nuestro departamento y sin necesidad de usar llave, me abrieron la puerta. El ambiente era demasiado tóxico, chicas y chicos comiéndose, latas de cerveza por doquier y el humo del cigarro con el olor de la marihuana mezclados por la habitación. Me encontré a Derek con una sonrisa de oreja a oreja. Se me acercó y me palmeó la espalda.
-Tengo una sorpresa para ti campeón.
Simon
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Vi sin poder y querer creerlo la foto que me mandaron al celular hace dos segundos. No cabía duda de que el chico era Nate, de pronto el coraje, los celos y la decepción se mezclaron y me dieron ganas de ponerme a llorar. Mis amigas entraron a la habitación entre risas pero se callaron al ver mi expresión gris. Aquello no podía estar pasando.
