Capítulo 7.-

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Noah contempló fascinado el tablero lleno de botones frente a él, eran tantos y de tantos colores y se moría por saber para que servía cada uno de ellos. Estiró una mano para tocar uno de color rojo y se sobresaltó cuando su hermana habló.

-No se toca. –dijo reprimiéndolo con la mirada, el pequeño miró al chico rubio a su lado, este lo miraba divertido.

-¿Por qué no puedo tocar? –preguntó retorciéndose las manos en el regazo.

-Porque si lo haces se estropeará la canción y Tyler y Josh se confundirán.

-Oh... -Noah miró a través del cristal frente a ellos y asintió mientras veía a Josh tocar la batería a Tyler cantando tras un micrófono que colgaba desde el techo, a pesar de que podía verlos, no los oía.

-¿Por qué no puedo escuchar? –volvió a preguntar.

-Noah. –lo llamó su hermana desde atrás.

-Está bien. –dijo Mark con una sonrisa. –Ten. –le tendió unos audífonos iguales a los que él tenía puestos y se los puso con cuidado. Cuando oyó la voz de Tyler sus ojos se abrieron muy grandes y se giró hacia su hermana.

-¡Es increíble! ¡Tyler canta muy bien! –chilló creyendo que no escucharían su voz por lo fuerte que estaba la música. Mark rió y presionó un botón para bajar un poco el volumen.

América observó a su hermano mientras movía la cabeza al ritmo de la música y sonrió. Se veía mejor, más sano y el cabello le había crecido un poco ya que había terminado el periodo de quimioterapias. Todo parecía mejorar, el doctor Smith había dicho que si seguía así en unos meses quizás podía entrar en remisión, si sus pulmones se lo permitían. Todo dependía de la resonancia magnética que tenía que hacerse en dos días. Eran noticias excelentes, las mejores que había recibido en mucho tiempo y esperaba con todas sus fuerzas que las cosas salieran bien.

Cuando volvió la vista a Tyler, él le guiñó un ojo y ella sonrió, negando con la cabeza. Había pasado un mes y medio desde que Tyler y Josh habían llegado al edificio y de eso muchas cosas. Salidas al cine con Noah, almuerzos juntos, visitas al estudio de grabación e incluso una vez Tyler los había acompañado a la terapia. Todo era tranquilo y lo mejor era que Charlie no había vuelto a llamar.

-Ya está chicos, la última canción lista. –Mark se incorporó de la silla y aplaudió después de quitarse los audífonos, Noah lo imitó y América rió cuando Josh abrazó a Tyler y lo levantó en el aire.

Ambos salieron de la cabina y Tyler abrazó a América con fuerza y la levantó igual como había hecho Josh segundos atrás.

-Será increíble, me muero por escucharlo. –dijo la castaña cuando tuvo sus pies en el suelo nuevamente. Inconscientemente le acarició una mejilla y luego dejó un corto beso en ella, dejando al pelinegro algo aturdido. Cosas así pasaban a menudo entre ellos, pequeños lapsos en los que América mandaba todo a la mierda para decirse a sí misma –Demonios, si me gusta Tyler Joseph.

-Te... te daré una copia cuando estén. –dijo con nerviosismo, ella sonrió y se giró hacia Josh para felicitarlo.

-Bien. –dijo el tintado y miró la hora en su reloj de mano. –Tenemos una hora antes de lo de Debby, debemos subir la batería y los parlantes al auto.

Tyler asintió y a América se le revolvió el estómago de la emoción. Josh le pediría a su mejor amiga ser novios y le parecía adorable la forma en que lo haría.

-¿Qué es lo de Debby? –preguntó Noah y todas las miradas se posaron en él, Mark murmuró algo y salió de la habitación en silencio. Josh tragó saliva y Tyler reprimió una risita.

-Bien, sí. –dijo el pelinegro tirando de América hacia la puerta. –Les daremos un momento, Josh te explicará, campeón.

Una vez afuera, América camino unos pasos y apoyó la espalda en la pared del pasillo, Tyler la imitó, recargándose en la pared del frente.

-¿Crees que ella le diga que sí? –preguntó. América rodó los ojos.

-Lo que me preocupa es lo que diga Noah, él dice que es su novia, es muy sobreprotector con ella y conmigo, se cree nuestro padre. –ambos rieron.

-Entonces... si alguien quisiera, ya sabes, pedirte que seas su novia ¿Noah se molestaría? –las mejillas se la castaña se tornaron rojas y se mordió el labio.

-Sí, mucho. –dijo con una sonrisa divertida. –Además, no quiero novios.

-Entiendo. –Tyler suspiró y fijó la vista en sus pies.

-¿Qué hay de ti? –preguntó cruzándose de brazos. -¿Josh se molestaría?

-Pues... -Tyler lo pensó unos segundos. –Josh es mi novio, la cuestión es que le pedirá a Debby ser su novia para ocultar nuestra relación.

América estalló en risas y Tyler sonrió al verla tan risueña. Había notado un cambio durante los últimos días, se veía más feliz, más tranquila y Tyler quería creer que era gracias a él.

La castaña se limpió un par de lágrimas provocadas por las risas y luego suspiró, fijando su vista en el chico frente a ella.

Había aprendido muchas cosas sobre él, todas en charlas nocturnas que mantenían cuando Noah se quedaba dormido en medio de una película, o por teléfono, cuando Tyler pasaba interminables tardes en el estudio. Y es que Tyler hablaba mucho y casi siempre sobre su familia en Ohio, le había contado sobre sus hermanos, sus padres, sobre los días en que jugaba baloncesto en la escuela, sus inicios en la música, como conoció a Josh y una triste historia de amor con una chica llamada Jenna Black.

América deseó tener tantas cosas interesantes que contar, deseó tener una historia romántica más intensa que un simple novio en la primaria y sobre todo, deseó haber conocido antes a Tyler Joseph, mucho antes.

-¿Qué? –preguntó el pelinegro separándose de la pared para acercarse un poco a América, que de la nada llevaba una expresión seria. -¿Estás bien? –preguntó poniéndole una mano en el hombro, parecía triste, como el día en que la había ayudado a abrir la puerta de su departamento y temió que quisiera alejarlo otra vez. Pero entonces algo inesperado pasó, los brazos de la castaña rodearon sus hombros y su cabeza se escondió en el hueco entre su hombro y su cuello, donde suspiró largamente.

Tyler, algo aturdido, la abrazó de vuelta y cerró los ojos, su cabello olía a vainilla y le besó la coronilla despacio, nunca habían estado tan cerca.

-Eres tan bueno. –la oyó susurrar y entonces la puerta junto a ellos se abrió, provocando que se sobresaltaran. América se alejó rápidamente y se aclaró la garganta cuando Noah apareció, con una media sonrisa.

-Tenemos que irnos pronto. –dijo tirando de su hermana hacia el ascensor. Luego de unos segundos, un Josh algo aturdido cruzó la puerta y Tyler rió ante su expresión.

-¿Qué ocurrió?

-Al parecer a Noah le enseñaron demasiado bien el significado de la palabra "compartir". –respondió el tintado alzando la voz para que América lo escuchara, la castaña soltó una carcajada y alzó a su hermano en brazos para darle un sonoro beso en la mejilla.

-Eres increíble.

Cancer [Tyler Joseph Fic] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora