Capítulo 15.-

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Noah se abrazó a las piernas de Tyler y negó con la cabeza mientras intentaba con todas sus fuerzas no llorar. Odiaba hacerlo y odiaba la expresión de preocupación en el rostro de los mayores cada vez que no podía hacer algo bien y es que todo se estaba volviendo tan difícil.

Levantarse cada día y sonreírle a su hermana, ir a las terapias, incluso respirar y lo peor... debía cortarse el cabello. Otra vez.

En cuanto Tyler lo alzó en brazos escondió el rostro en su hombro para que América no le viera.

-Noah... ya habíamos hablado de esto. –murmuró la castaña desde la puerta del baño mientras sostenía una rasuradora, a ella tampoco le agradaba hacer las cosas en contra de la voluntad del menor, pero en su caso, no habían muchas opciones.

-Deja que hable con él ¿sí? –dijo Tyler mientras le guiñaba un ojo a América, que asintió cabizbaja y desapareció hacia la cocina. –Haber campeón. –el pelinegro cerró la puerta del baño y dejó a Noah sentado en el mesón junto al lavado, quien se apresuró a limpiarse las lágrimas con los bordes del suéter. Tyler contempló sus grandes ojos tristes y se prometió a sí mismo que no dejaría que volviera a llorar, ni él, ni América.

-¿Por qué tengo que hacer esto? –cuestionó evitando la mirada del mayor. –Quiero tener el cabello largo siempre, así como tú.

Entonces una idea apareció en la cabeza del mayor, tintineando en las profundidades de su mente como una campanita. Sus labios se curvaron en una gran sonrisa y Noah lo observó con confusión.

***

América besó a Noah sonoramente en la mejilla y asintió hacia Charlie mientras se alejaban por el pasillo hacia la sala donde harían la primera quimioterapia del mes. Tyler y él se había conocido hace unas semanas y parecía que todo iba bien, pero seguía siendo fría con él, seguían manteniéndose al margen, no podía confiar en alguien que ya se había ido una vez y aunque fuera su padre, nunca volvería a ser como antes.

-Deja de fruncir el ceño o te quedarás así para siempre. –dijo Tyler mientras tiraba de ella hacia la salida. -¿Qué está mal?

América permaneció en silencio hasta que llegaron al estacionamiento, donde esperarían a Noah y sonrió a medias cuando Tyler tomó la gorra que estaba en la guantera del auto y la puso sobre su ahora cabeza rapada.

-No puedo creer que lo hayas hecho. –murmuró mientras apoyaba la espalda en el auto y le acomodaba los bordes de la gorra a su novio.

-En el fondo siempre había querido hacerlo, Noah fue la excusa. –dijo con una sonrisa, mostrando todos los dientes. A la castaña le pareció adorable. –Siento que me desprendí de la conexión emocional que tenía con mi cabello.

-Josh tiene razón cuando dice que eres dramático.

-Claro, lo dice el que cambia el color de su cabello cada mes.

-Son el uno para el otro.

Tyler volvió a sonreír y se detuvo un momento para besar a la chica frente a él, su novia, aunque llevaban casi tres meses de noviazgo sentía que la quería mucho y que haría lo que fuera por verla feliz y si eso implicaba el tener que cortarse el cabello, lo haría las veces que fuera necesario.

-¿Cómo va lo de la banda? –preguntó América entre risas, intentando evitar los sonoros besos que Tyler había comenzado a dejar por todo su rostro.

-En un par de semanas tenemos el primer concierto oficial, ya reservé entradas para Noah y para ti, Josh guardó una para Debby ¿estará bien si le doy una a tu padre?

-No. –murmuró la castaña apenas Tyler terminó de hablar. Sus cejas se juntaron y desvió la mirada hacia el piso.

Tyler sabía que algo pasaba allí, pero no iba más allá de lo que podía deducir, América no hablaba de eso y evitaba a Charlie a toda costa.

-¿Qué ocurre con él? –se atrevió a preguntar.

-¿No puedes dejarlo pasar y ya?

-No si cada vez que aparezca te afecta.

-Sólo... todo es... mierda.

-¿Qué hizo? –preguntó Tyler sin despegar sus ojos de la chica temblorosa frente a él.

-Se fue... dejó una nota y desapareció, enviaba dinero, sí, lo suficiente para todo, pero tuve que dejar la universidad para preocuparme de Noah al cien por ciento y me partìa el corazón cada vez que preguntaba por papá, fue así por dos años, hasta que comenzó a llamar.

-Está arrepentido. –murmuró Tyler acariciándole una mejilla con suavidad, notando como América contenía el llanto. Le costaba creer como era posible que alguien dejara sola a una persona como ella, a una persona como Noah.

-Sólo se siente culpable, es diferente.

-De todas maneras lo intenta ¿Sabes? Sé que no eres muy creyente... pero las cosas pasan por algo y si las personas vuelven, lo mejor que puedes hacer es perdonar.

La castaña permaneció en silencio, contemplando la expresión tranquila de Tyler, su nariz perfilada, sus ojos oscuros y la barba apenas creciente en su rostro.

Estaba allí, con ella, y no podía estar más agradecida.

Cancer [Tyler Joseph Fic] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora