Ámbar
Acepte que Matteo me llevará hasta la mansión, después de todo para su suerte ya no soy una persona tan rencorosa.
Ámbar: bueno, vamos salien...-un ruido lejano me interrumpio, seguido de otro más lejano aun, era una ¿puerta? ¿llaves? Oh no, mierda.
Rápidamente nos dirigimos hacia la salida, llevándonos muchas mesas y cosas por delante, estaba todo oscuro y yo en mi maldita torpeza me caí, Matteo rápidamente me tomo la mano y me ayudo a levantarme. Se puso delante mio y nos dirigimos juntos a la salida, de la mano.
Al llegar la puerta estaba cerrada, visualice en la oscuridad a un Matteo tironeando para abrir, yo simplemente me puse detrás de él, no me daba vergüenza ni nada porque ambos sabíamos perfectamente la razón...
Si, la gran Ámbar Smith le tenia miedo a algo, y ese algo es la oscuridad.
No hay cosa que no soporte más que la oscuridad, se me hace sinónimo de soledad y me trae muy malos recuerdos.
Matteo: Ámbar -dijo con voz algo preocupada, admito que estoy aun mas asustada- lamento informarte que... Estamos encerrados.
Simplemente no tenia expresión alguna en mi rostro, estaba ¿asustada? ¿preocupada? ¿feliz?, no lo se, pero estoy segura de que tendria una muy larga noche.
Ámbar: n..no Ma..matteo n..no puede ser -dije soltando su mano y empezando a tironear la puerta que claramente estaba cerrada.
Resumiendo mi situación: por mis estúpidas ganas de ir al baño cerraron el roller y nos dejaron a Matteo y a mi SOLOS aquí dentro.
Definitivamente la vida me amodiaba.
Matteo: Ámbar estas tartamudeando? -dijo en tono burlón. Yo solo mire para otro lado. -sabes? Lo mejor va a ser que llames a tu madrina y le avises que no pasaras la noche en casa, yo mientras le avisare a Nancy dijo agarrando su celular y alejandose para hablar por teléfono.
Rápidamente lo segui, no pensaba quedarme sola en medio de la oscuridad.
Matteo: seguís teniéndole miedo a la oscuridad? -dijo intentando no reír. Maldito.
Ámbar: crees que te sigo por gusto? Ya quisieras Balsano. -respondi haciéndome la fuerte aunque estoy segura de que si Matteo no estuviese acá ya me hubiese muerto del miedo.
Matteo: admiti que te encanta estar a mi lado, y te aprovechas mucho de la situación... -dijo mirando como yo abrazaba su brazo.
Ámbar: vamos Matteo, ya sabes, esta muy oscuro aquí, podemos ir a prender las luces y luego hacemos todas las llamadas que quieras? -dije casi rogando, esta situación era una excepcion... GRAN excepción.
Matteo: claro, pero, puedes soltarme el brazo? -dijo dudoso, que humillante, este chico definitivamente me odiaba.
Algo decepcionada lo solté, y con el mismo brazo al que yo estaba abrazando el lo paso por mis hombros y me pegó mas a su cuerpo.
Matteo: así estoy mas cómodo... -dijo sonriendo, a pesar de la oscuridad podía ver su hermosa y brillante sonrisa, sonreí y mire hacia abajo.
Comenzamos a caminar mientras alumbrabamos con las linternas de nuestros celulares.
Buscamos las "fichas" para prender las luces. Hasta que Matteo paro en seco.
Matteo: Tengo una buena y una mala noticia...
Ámbar: sueltalas, odio tener intriga. -dije rapidamente.
Matteo: la mala es que las luces se prenden desde un cuarto especial que maneja toda la iluminación del roller, y para nuestra mala suerte ese cuarto tiene llaves. Pero la buena es que consegui velas. -Matteo y yo encerrados en el roller a la luz de las velas, en que situación te metiste Ámbar.
Ámbar: prendelas de una vez, estoy muerta de miedo.
Matteo fue hacia la barra, reviso debajo y allí encontró encendedores, al rato ya todo el roller estaba iluminado a la luz de las velas.
Matteo: hace cuanto no nos encontrábamos en una situación similar?
Ámbar: Hace mucho tiempo, cuando eramos distintos, eramos otros -dije agachando mi cabeza, me dolía hablar de mi pasado con Matteo.
Matteo: Jamás me vas a perdonar lo que te hice no?. -dijo con algo de angustia.
Ámbar: es difícil Matteo, simplemente no puedo. Como es posible que la persona que más feliz te hace también sea la que más te hace sufrir?...
Matteo: A lo mejor no lo hace con malas intenciones... Ámbar yo cometi muchos errores, lo admito, pero ya no hay nada que pueda hacer, lo hecho, hecho está, y creeme que cada día de mi vida me arrepiento de todos los errores que cometí, se que mi perdón no va a solucionar nada, pero quiero intentar cambiar, Ámbar vos lo lograste, yo también podré, pero necesito ayuda, necesito que me perdones. -Me estaba pidiendo perdón, y me estaba pidiendo ayuda, mierda.
Ámbar: se me hace difícil, necesito saber que estas verdaderamente arrepentido, necesito acciones no palabras...
Matteo: un nuevo reto para mi vida, ganarme el perdón de la gran Ámbar Smith. -dijo en tono burlón, divertido y a la vez sincero. Pocas veces tenia charlas sinceras con él.
Ámbar: exactamente Matteo Balsano, soy una chica bastante difícil.
Matteo: me gustan las chicas difíciles. -respondió, acaso eso era una indirecta? Rápidamente mis cachetes se tornaron colorados. M i e r d a.
Ámbar: conmigo no te hagas el galán chiquito. -dije tratando de ocultar mi nerviosismo.
Matteo: chiquito? Me dijiste chiquito? -dijo mirándome desafiante y acercándose mas a mi.
Ámbar: si. -respondi afirmandome y acercandome más a él.
Matteo: creo que me tenes que conocer mejor Smith. -y se acerco aun mas.
Quedamos frente a frente, podía sentir su respiración chocar con la mía, sus ojos estaban clavados en los mios y se tomaba un segundo en bajar su mirada a mi boca. Estábamos sentados en el piso, su mano se entrelazó con la mía, la otra agarro mi cintura y comenzó a acariciarla...AMO dejarlas con la intriga, mucho mambar, es bueno para la salud.
Me encanto escribir este capítulo, saca mi lado mas romántico jajaja, esperó que les guste tanto como a mi.
No se olviden de recomendar votar y comentar, su opinión para mi es muy importante!
![](https://img.wattpad.com/cover/93050458-288-k569885.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mírame, mirate. (MAMBAR)
FanfictionQuien iba a pensar que un viaje haría cambiar tanto las cosas, y a las personas, pero dicen que si una persona está destinada a estar con otra la vida los cruzará. Esto es lo que sucedió, se volvieron a encontrar, todo es diferente, pero, ¿los senti...