Esto quizá no lo recuerdes, porque jamás te lo conté.
El lunes siguiente, decidí seguirte hasta tu casa. No sé por qué, pero necesitaba saber más de ti.
Esperé a que estés a una distancia prudente, y comencé mi recorrido.
Te detenías a ver cada cosa, por más insignificante que fuera. Incluso paraste a observar una mariposa revolotear.
Pasamos por varios parques. En uno te subiste al tobogán y te columpiaste en las hamacas. Y ahí vi nuevamente tu sonrisa. Una sonrisa capaz de apagar al mismísimo sol.
Continuaste con tu camino. Cuando llegamos a la zona de barrios más pobres, vi cómo tus hombros se agachaban e inclinabas tu cabeza. Un par de cuadras más tarde, entraste en una casa deteriorada. Golpeaste la puerta, y una mujer idéntica a ti pero con unas cuantas arrugas y canas te abrió la puerta. Te abrazó y pasaste al interior.
Si entonces hubiese sabido el motivo de tu tristeza, créeme cuando te digo, que te habría llevado a mil y un parques con tal de verte sonreír.
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Lo que debí decirte
Short StoryNunca dejes nada sin decir. Mañana podría ser tarde. La historia de un joven que lo perdió todo. #LQDD1 #147 en Historia Corta - 01/02/18 #613 en Historia Corta - 31/01/18 #255 en Vida - 28/09/18 #291 en Vida - 07/09/19 #311 en Vida - 04/06/18 #33 e...