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¿Recuerdas cuando luego de una semana de ausencia, volviste?

Al ver tu rostro junto a mi casillero, no pude ocultar mi felicidad. Me acerqué y te saludé. Dijiste que me estabas buscando.

Casi estallo de alegría. Tú me buscabas a mí, y no al revés.

Entonces me contaste que el profesor de química te avisó que estuve preguntando por ti. Afirmaste que no debía preocuparme, y que si lo que quería era estar con un caso perdido, que me buscara a otra.

Sin más palabras, te alejaste otra vez de mí.

Si entonces hubiese sabido el significado de esas palabras, créeme cuando te digo, que no hubiese permitido que te alejes, no otra vez.

Lo que debí decirteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora