Esto quizá no lo recuerdes, porque no estabas allí.
Entre sollozos, acompañé a tu madre hasta tu cuarto.
Yacías ahí, tan bella como la primera vez. Tan bella como siempre.
Parecías dormida, no muerta.
Dejé a tu madre para que se pudiera despedir de ti.
Caminé por todo el hospital, hasta que encontré la azotea. Había un banco de plaza, donde me senté. Y empecé a reflexionar.
Sobre como la vida es un instante. Estás ahí, pestañeas, y ya no.
Sobre como las mejores personas son las primeras en dejarnos.
Y recordé lo que me dijo mi abuela antes de morir. Ella estaba recostada en su cama y pidió que me acercara. Entonces me dijo que ella no se iba a morir. Que las personas no mueren. Sólo aprenden a amar, y se van a otro mundo.
Así que te imaginé en otro mundo. Un mundo donde no existiera el cáncer.
Aprendiste a amar, por eso te fuiste.
Aprendiste a amarme, por eso te alejaste. Pero esta vez no ibas a volver.
Si entonces hubiese sabido que lo nuestro era amor verdadero, créeme cuando te digo, que no hubiera permitido que te alejes.
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Lo que debí decirte
Short StoryNunca dejes nada sin decir. Mañana podría ser tarde. La historia de un joven que lo perdió todo. #LQDD1 #147 en Historia Corta - 01/02/18 #613 en Historia Corta - 31/01/18 #255 en Vida - 28/09/18 #291 en Vida - 07/09/19 #311 en Vida - 04/06/18 #33 e...