Historias Cortas

Estoy por las nubes, y es por tu culpa...

Estoy por las nubes. De verdad no logro concentrarme, y es por tu culpa.
Tu sonrisa y tu mirada no quieren abandonar mi cabeza, y realmente necesito prestar atención.
¿Sabes lo que me alegra hablar contigo? Es un recuerdo que me acompaña todo el día.
De igual forma creo que debería dejar de pensar tanto en ti. Hablando en serio. Sí, es verdad que no puedo quitarte de mis pensamientos, pero tú nunca podrás ser mía, y la idea de no poder rodearte con mis brazos y amarte me atormenta. Necesito volver a la realidad, y dejar de soñar en un futuro que no es posible.
Puedo asegurarte, que de todos modos, estoy feliz por ti. Digo, tienes pareja, y eres feliz con él. Estoy seguro de que él puede entregarte mucho más que yo, partiendo por la presencia, pues digamos que vivir a kilómetros no nos favorece a ninguno de los dos. Tal vez yo podría prometerte amor eterno, a mí ya no me importa nada, pero sé que sin la presencia, sin vernos, nos terminaría matando a ambos.
Sé que lo amas más a él. Si fuese lo contrario, estarías conmigo... Pero no pasa nada, supongo tendré que dejar que el sentimiento muera lentamente, porque aún me encantas con tu sonrisa... De hecho, hablando de tu sonrisa, te agradecería que dejases de visitarme por las noches con ella... No voy a negar que me encanta, pero no es nada más que una tortura para mí. Ver tu sonrisa, y saber que no me pertenece... Vamos, no le perteneces a nadie, nadie le pertenece a nadie, pero en términos generales, eres de tu pareja, y sé que le vas a ser fiel pase lo que pase.
Aún así yo ya estoy seguro de qué pasará conmigo. Con el tiempo vamos a dejar de hablarnos, luego vas a olvidarme, y en unos meses no seremos más que simples extraños. Un chico enamorado...
En algún momento olvidaré todo esto, y tal vez solo estés como un lindo recuerdo inmortalizado en mi memoria. Un bello recuerdo, que jamás pude tener, y que nunca tendré.