capitulo 13

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En el gran salón de la casa de jeon, eran adornados varios floreros con exquisitas flores en su mayoría de colores vistosos, las grandes charolas de plata adornaban por lo menos tres grandes mesas del recinto con los singulares canapés, entre otros platillos lujosos a la simple vista.

Las telas más tersas eran puestas en las mesas, los platillos platos, vasos, cucharas, tenedores, servilletas exclusivamente escogidas por jimin, los vinos y la champan eran puestos en los lugares más vistoso, el ultimo era puesto a enfriar.

Todo lo que se necesitaba para aquella fiesta era puesto en excesiva sincronía, las velas que acompañarían la velada, eran puestas en su lugar, en su mayoría cremas, que contrastaban perfectamente con la decoración del lugar.

El ambiente era tranquilo, la orquesta llego poco después de verificar que todo estuviera en orden.

En los grandes ventanales de aquella casa se despedía el sol para dar paso a la espesa oscuridad de la noche.

Las luces tiempo después paso a hacer decoración de la fiesta, los faros del jardín se prendieron para dar paso a la velada de la noche.

La gran fuente situada en la entrada, era acompañada de luces que reflejaba un aire novedoso, casi como si gritara siglo XXI, pues las luces cambiaban de color o se dispersaban para volverse a unirse en una perfecta sincronía.

Todo era vistoso, a sencillos ojos.

Los invitados empezaron a llegar aquel lugar.

La gente con poder suficiente para pertenecer una de sus empresas dentro del tratado de libre comercio, eran bienvenidos a la gran gala.

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Aun con la luz encendida en la última habitación de aquel emporio comercial, se encontraba juntando en orden todos los papeles que faltaban para la junta de accionistas de la empresa.

Estaba cansado, los parpados se cerraban solos, rebeldes de querer seguir en esa posición, pues la noche pasada no estuvieron muy cómodos que digamos.

Jungkook no tuvo más remedio que dormir en hotel ese día, aun así, no lo logro, ni las pastillas ni mucho menos unos whiskies habían logrado vencer a su cuerpo.

Ahora mismo moria de sueño, sabia que no debía dormir, dentro de poco la fiesta empezaría.

No era lo suficiente idota para faltar a lo hoy sería la oportunidad de poder negociar con los señores kim.

Pero algo dentro de el no quería salir de aquella oficina.

Sabia que si lo hacia se tendría que enfrentar con el dueño de sus pensamientos culposos y el remordimiento que ahora lo invadía.

Por lo menos antes de que su madre se fuera le había regalado algo grato, pero también malo.

Había leído cada palabra y ahora se odiaba de haber echo lo que hizo, su sufrimiento no valía nada de lo que había sufrido la persona a la que el debía haber protegido, sentía una gran impotencia y el sentimiento de dejarlo libre después de que acabara el contrato crecía enormemente causándole un enorme dolor de cabeza y de cuerpo.

Lo dejaría? Era algo que él se cuestionaba.

Contarle lo que vio. Jamás.

Decirle que lo amaba. Nunca.

Lo había olvidado, lo odiaba, pero solo basto leer el contenido del sobre para arrepentirse.

Suspiro, nada podía ser arreglado. Sabía que llenarlo de lujos no curaría nada, pero para la conciencia de jeon era lo único que lo hacía sentir que había hecho algo bueno.

Comportarse como el esposo modelo no estaba en sus planes, no en un matrimonio de mentira, no lastimaría a jimin, puesto que el antes nombrado no tenia sentimiento alguno por él.

Talvez, cuando termine el contrato lo dejaría con una gran fortuna, tierras para que el pequeño jamás volviera a trabajar.

Jungkook olvidaría su venganza estúpida sin fundamentos, crecería, se alegaría de jimin y lo dejaría vivir feliz.

Tomo su traje y salió rumbo a su auto, piso el acelerador perdiéndose en las calles del distrito de gangnam.

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Para jimin siempre era el chico que jamás le quedaba bien ninguna ropa, puesto que no le tomaba tanta importancia a su imagen pues daba igual como se veía.

Pero tenía que admitir que aquel traje le quedaba muy bien y el mismo podría decirse que se veía guapo.

Tocaron a la puerta, dando entrada a la pequeña taeyeon que venía con el vestido que él había escogido para ella.

Una sonrisa boba aparecía en su rostro, ¿tan lindo es el sentimiento de tener hijos? Se preguntó para sí mismo.

El quería sentir ese sentimiento, aunque con taeyeon el sentimiento era algo que se sentía bonito en su estómago, imaginar como crecerá la pequeña y se convertiría en una jovencita hermosa lo llenaba de un goce.

_ aun no estás listo!!_ dijo la niña mirándolo mal.

_ ¿no te gusta? _ pregunto algo decepcionado.

Pues él pensaba que el traje que encontró en la cama era realmente bello.

_ claro que no!!! Simplemente te falta arreglarte, pero te vez muy guapo, pareces un príncipe así. _ dijo la niña con una sonrisa tímida.

La niña lo sentó en el tocador y salió directo hacia su cuarto en donde se encontraba la maquilladora y peinadora de la casa para que maquillara a jimin.

Jimin aún no sabía porque una niña tan pequeña podría actuar mejor que una persona mayor.

Esta noche apenas empezaba.

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El gran salón estaba lleno de personas importantes en su mayoría viejos y señoras con portes elegantes.

Jungkook llego justo antes de que llegaran los Kim.

Diviso a su pequeña jugando con algunas flores.

La hora en la que jimin debía bajar se estaba aproximando y entonces ahí lo vio.

Talvez y solo talvez pensó considerar, que, si algún día lo dejaría libre o simplemente él se quedaría con el pequeño, talvez por algo el destino se empeñó en ponerlo entre sus garras

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Talvez y solo talvez pensó considerar, que, si algún día lo dejaría libre o simplemente él se quedaría con el pequeño, talvez por algo el destino se empeñó en ponerlo entre sus garras.


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casado por un contrato [jikook/kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora