Estaciono el auto en la vereda y suspiro preparándome psicológicamente para correr fuera del auto para no empaparme con la maldita lluvia que decidió caer más fuerte cuando me fui de casa de Hayley. Terminando la conversación para conocernos mejor,ella se ofreció a alimentarme,-con eso se ganó más mi corazón- Me ofreció leche, emparedados y galletas, arreglamos el trabajo para que quedara completamente perfecto y luego de todo eso, decidí irme sin ganas de querer irme, sólo quería quedarme con ella.
Corro fuera del auto gritando como niña y busco las llaves como loco palpando mis pantalones.
Entrando a mi casa sacudo mi ropa, muchas gotas de agua caen de mi cabello y se impregnan en mi cara, otras se pegan en mi camisa causando un suspiro cansado mío y el resto, sólo cae al suelo para hacer "presencia" en mi casa. Viendo que mi camisa es la menos mojada, decido sacármela de un tirón. Limpio mis abdominales mojados con ella pero me arrepiento en el momento que escucho un coro de suspiros muy exagerados. Levanto mi vista confundido por el ruido y veo muchas mujeres amigas de mi mamá mirándome descaradamente con sus manos bajo sus mentones apoyadas en los sillones admirando la vista como si hubieran visto lo más hermoso del mundo suspirando. Me pongo mi polera sobre el pecho y sonrío avergonzado. sus miradas me inquietan.
-Cariño, ven a saludar a mis amigas. –dice alegremente mi mamá moviendo sus manos como loca para "incentivarme" a ir hacia ella. siento con la cabeza caminando avergonzado sosteniendo fuertemente la polera.
Caminando lentamente hacia ella logrando ver cómo quieren pasar sus manos por mi pecho, por mi oblicuo, logro ver como se les cae la baba y como sus gestos cambian a cada paso que doy -sus manos se mueven de formas extrañas, por eso logro ver todo aquello o saco conclusiones- ¡Por favor! mi mamá tiene cincuenta y seis años, yo tengo diecinueve no pueden hacerme esto.
Me da asco y vergüenza al mismo tiempo.
-Hola. –susurro avergonzado. Parado frente a todas las señoras descaradas.
Una señora agarra mi mano y me tira al sillón junto a ella, todas las amigas de mi mamá gritan de felicidad y acercan las sillas igual que mi mamá… ¿Qué ocurre aquí? La señora descaradamente posa su mano sobre mi brazo y lo aprieta, me asusto y sacudo mi brazo para ver como ella hace una leve O con su boca para dejar sus manos quietas sobre su regazo.
Sí, así me gusta viejita, aléjate de mí, soy solo de Hayley… Hablando de ella ¿Cómo estará? Espero que bien… ella merece estar bien.
-¿Qué ocurre? –me acerco lento a mi mamá por miedo de hacer un mal movimiento. Ella solo sonríe.
-Estamos en una junta, hablando de nuestros amoríos pasados y les conté que fuiste donde una niña hoy. –aplaude mi mamá y el coro de suspiros desanimados y sonrisas no deseadas se crean en todas las mujeres alrededor, hago una mueca para bajar la mirada a mis manos entrelazadas, esto es incómodo, nadie debería pasar por esto nunca.
Una mano que viene de atrás del sillón, toca mis tatuajes lentamente con su uña, abro mis ojos como platos para alejarme rápidamente con miedo e impresión. Alejándome del sillón con un salto, caigo sobre el regazo de mi mamá aferrándola con mis brazos provocando que mi polera se caiga.
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Lista de 10 pasos
RomanceNo todas las historias necesariamente deben ser de gente sin remedio, amantes de la locura o en busca de la más sensual de todas, pueden haber hombres pendientes de una chica, pero con otro tipo de apariencia o necesidad. Mattew es un visibl...