Lista de 10 pasos

8. Día 5. La lista vista por otro punto de vista.

Nervioso camino por los pasillos de la escuela chocando mis manos y quitándome el sudor. Son las once de la mañana. Decidí llegar atrasado porque soy un cobarde. No puedo mirarla a los ojos, ¿Cómo va a reaccionar cuando sepa que me gusta o que estuve todo este tiempo planeando un lista para conquistarla? Espero que bien, aunque eso sería tener mucha fe en uno mismo, la lista parece de un psicópata desesperado por su atención. Pero es que literalmente necesitaba su atención. La necesité por un año y medio y la sigo necesitando, algo tenía que hacer, no podía dejar que las cosas nunca sucedieran y me quedara con las ganas, si al final y al cabo, si no sucedió en un año y medio, tenía que intervenir y eso hice.

 Cada vez que leía esas malditas historias de romance o acción -para culturizarme y entender más a las mujeres- nada sale bien de un secreto, todos terminan separados o con rencor, y lo que siempre sucede: Ella se va indignada dejando al hombre como un total gilipollas. 

¿Lo ven? Esas historias te hacen inseguro y capaz de hacerte dudar de los siguientes movimientos de la otra persona, pueden ser tanto, positivos como negativos, pero en esas historias siempre parten negativos y al final terminan como positivos, pero yo quiero ¡todo positivo! ¿Será mucho pedir? ¿Soy muy exigente? ¿Será un pecado querer ser feliz?

Entrando a la sala me repaso los labios con la lengua repetidas veces, me toco las manos y enredo mis dedos. Nunca nadie me ha visto así de inseguro pero no me importa. Miro a mi alrededor, todos me miran frunciendo el ceño pero decido solo desviar mi mirada a  Hayley, nuevamente está dormida, esta niña duerme mucho… ¿Será depresión como dicen las historias? Estupideces que me hacen creer. sacudo mi cabeza.

Cierro la puerta lentamente para no hacer ruido y despertarla. Pongo mi dedo sobre mis labios y les digo a todos silencio, el profesor asiente y los otros también. Camino de puntitas rápido para la última fila y me tapo la boca para que no se escuche mi respiración de nerviosismo.

Me siento a su lado levantando un poco mi cuerpo para no hacer ruido mordiéndome el labio, apoyo mi espalda en la pared junto con mi cabeza y suspiro cansado con la adrenalina en el estómago.  Mi cometido fue positivo, no me notó. Cierro los ojos rogando con que no se dé cuenta de mi presencia.

-Matt. –me habla fuertemente alguien a mi lado. Abro los ojos rápidamente para darle una sonrisa nerviosa.

-Ja, hola. –le sonrío tímidamente rascándome la  parte trasera de mi cabeza. joder, nunca paso desapercibido. ¿Me haré mucho de notar? miro a mi alrededor y todos nos miran atentos. Levanto una ceja y mi mano derecha se mueve sola haciendo movimientos para "alejarlos" como a los perros. Todos voltean nerviosos y me doy cuenta de que sí llamo la atención y nunca pasaré desapercibido.

-Esto es tuyo. –Llama mi atención y agarrando mi mano entregándome  la lista. Su cuerpo se levanta en un movimiento rápido y sale de la sala a un paso constate. La miro confundido con el ceño fruncido. Creo que la llevé por el mal camino, no puede llegar e irse así.

Bajo la mirada a lista y la abro.  Está rayada por un  lápiz de color rosa -a ella le gusta el rosa-  Una risita suave me sale de mis labios y empiezo a leer.