Cambios

30.2K 1.5K 1.4K
                                    

/Despacho del director, Hogwarts/

POV: Albus Dumbledore

Me encontraba pacíficamente sentado en la silla de mi despacho, como de costumbre, acariciando a mi fiel compañero y mascota Fawkes, un espléndido fénix de color rojo que me había acompañado durante muchos años.

Aunque tal vez no mucha gente fuera conocedora de este hecho yo siempre había sentido una gran debilidad por las cosas que hermosas y poderosas como mi fénix. En ese instante me encontraba a mí mismo intentando planear más detalladamente la muerte del señor Oscuro y del salvador del mundo mágico a mano uno del otro para que ningún elemento se saliese de lo establecido por mí.

Desde el primer minuto fui consciente de que lo primero que tenía que conseguir era hacer bajar la moral del niño y explotar todas sus debilidades hasta que pensara que no era nada más que un inútil fracasado que no tenía ningún lugar en el mundo, cosa de la que estaba convencido que los Dursley estarían consiguiendo con mucha facilidad, ya que ellos odiaban con fervor la magia e intentarían hacer todo lo posible para quitársela o que Harry renegase de ella, por ese motivo había dejado al niño con ellos.

Entonces, una vez que el niño no tuviera esperanza alguna, aparecería yo en escena como su salvador ensañándole un nuevo mundo en el que podría ser aceptado y el niño me seguiría fielmente con los ojos cerrados y sin dudar, sería mi arma perfecta.

Lo tenía muy bien definido todo en mis pensamientos, no había manera alguna de que algo difiriese a mi plan viendo que incluso todos los reportes que recibía sobre Voldemort seguían la línea de siempre. Nadie sabía nada de Tom, no habían podido localizarle ni él había intentado contactar con sus mortífagos, por lo que él tendría que estar reponiendo fuerzas todavía, lo que me daba mucho más tiempo para planear los enfrentamientos entre el niño que vivió y el señor oscuro, todo iba a ser demasiado fácil.

~TMxHP~

/Bosque, Albania/

POV: Lord Voldemort (Tom Ryddle)

Después de tanto tiempo, mucho más del que me gustaría, todavía me hallaba poseyendo los cuerpos de animales, tenía mucha más energía, pero a pesar de todo me mantenía en mi forma espectral, todavía no alcanzaba el nivel de energía necesario para poder recuperar mi antiguo cuerpo, hecho que me enfurecía por tener que depender de pequeñas criaturas de los bosques, pero sabía que por mí mismo, con el pequeño pedazo de alma que tenía, no podría reunirla nunca solo, necesitaría algún catalizador y ciertos rituales o pociones.

Otro motivo que me enfurecía bastante era que ninguno de mis "fieles y serviciales" seguidores me estaban buscando ni intentando revivir, seguro que todos estaban viviendo sus vidas normalmente olvidándose de mi existencia, la existencia del amo al que juraron obedecer hasta que muriesen. Era imperdonable el hecho de que actuasen como si yo nunca hubiese existido y se lo haría pagar caro a todos y cada uno de esos incompetentes.

También había algunos mortífagos que habían muerto siendo leales a la causa o que incluso habían sido atrapados y encarcelados en Azkaban, estos serían los únicos seguidores que conseguirían mi perdón, ellos me habían sido fieles aún a costa de su libertad o su vida, cuando recuperase mi cuerpo les recompensaría por su lealtad, aunque era evidente que esa era su obligación como mis siervos, un pequeño premio levantaría los ánimos, lo que haría que me siguieran con más devoción.

Continué arrastrándome por medio de la nueva serpiente que estaba poseyendo y me acurruqué en un hueco de un árbol para mantener el calor y descansar, de momento no podía hacer más que ir recuperando mis fuerzas robándoles la energía a los animales, pero esperaba impacientemente mi regreso al mundo mágico, haría que todos me temiesen más de lo que ya lo hacían, les enseñaría la grandeza de Lord Voldemort antes de que pereciesen o se doblegasen ante mí.

De Luz y Oscuridad. [Leer la nota Final Primero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora