¿Desastroso San Valentín?

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/13 de Febrero/ /Hogwarts/

POV: Ginevra Molly Weasley

Desde muy pequeña siempre había soñado con el día en el que pudiese conocer al niño-que-vivió, era el gran héroe que nos había salvado de un peligroso y malvado señor oscuro, siempre había amado las historias que mi madre me contaba sobre Harry Potter, por eso cuando mi hermano Ronald fue a Hogwarts en mis cartas siempre le preguntaba por Harry, ya que ellos tenían la misma edad, realmente le envidiaba por que él tenía la oportunidad de ver a mi héroe todos los días.

Pero ese año por fin podía asistir a Hogwarts, estaba encantada por poder observarle desde lejos, me hubiera gustado más estar en la misma casa, pero el sombrero seleccionador me dijo que no tenía la astucia suficiente para poder estar allí.

Harry no era como me había dicho mi madre que tenía que ser, pero aun así él era muy apuesto y caballeroso, todavía recordaba con entusiasmo la vez que chocamos en el tren y él amablemente me ayudó a incorporarme y se preocupó por mí... ¿Podría existir alguien más perfecto que él? Sinceramente lo dudaba y, aún sabiendo que él era mucho más enigmático que yo… Aun así deseaba que estuviera conmigo para siempre.

-¡Esto no es justo! ¡No sabes lo mucho que me costó conseguir esa poción de amor! ¿Por qué tuvo que confiscarla el profesor Snape?- Vi a una chica castaña de algún curso superior sollozar mientras su amiga morena le acariciaba la espalda para consolarla.

-Tienes suerte de haberla conseguido aunque no la pudieras usar, mis padres me regañaron cuando se enteraron de que quería hacerla por mi cuenta.- Parpadeé escondiéndome en una esquina para escucharlas sin que me viesen.

-¿Crees que debería intentar recuperarla?- Preguntó la castaña mirando a su compañera con una sonrisa mientras esta asentía.

Segundos después ambas se marcharon de la sala común y yo salí de mi escondite jugueteando con mi pelo bastante nerviosa… ¿Estaría mal que intentase utilizar una poción de amor para que Harry se fijase en mí? ¡No podía ser algo malo! Yo siempre le estaba cuidando desde lejos y observando, le conocía mejor que nadie, yo era la única indicada para estar con él, contar con ayuda de una poción no sería tan malo.

Yo sabía todo lo que le gustaba y disgustaba a Harry… Por ejemplo tomar alimentos picantes hacia que frunciese levemente las cejas y tardase más de lo normal en masticar, cuando estaba aburrido solía mirar hacia la izquierda y murmuraba palabras entre dientes como si estuviese hablando con alguien, aunque seguramente lo hiciese con sus familiares por lo que había leído, también sabía lo mucho que le gustaba sentarse en un rincón apartado de la biblioteca con una gran cantidad de libros rodeándole, siempre sonreía satisfecho y sus ojos brillaban cuando encontraba algo que le agradaba, cuando se enfadaba solía chasquear la lengua mientras pasaba la mano por su flequillo como si intentase contenerse…

Precisamente como conocía tan bien a Harry no podía permitir que nadie más intentase quedarse con él, lo justo era que yo recibiera alguna atención por lo mucho que me preocupaba por él, así que me decidí. Conseguiría esa poción que habían confiscado y la vertería sobre los chocolates que le entregaría.

¿Qué debería hacer para conseguir esa poción? Si estaba en el despacho del profesor Snape sería muy difícil de recuperarla, pero no estaba segura sobre si el profesor guardaría pociones de ese tipo, entonces si no la tenía él ¿quién podría tenerla?

Salí de la sala común apresurada y mirando detrás de mi espalda con ansiedad esperando que nadie me observase, quedaba poco tiempo para el toque de queda y necesitaba conseguir esa poción lo más pronto posible sin que me descubrieran.

Tuve que esconderme cuando vi pasar a la profesora McGonagall, mi corazón latía demasiado rápido y tenía que tapar mi boca para que mi agitada respiración no fuese tan audible, llevaba un buen rato caminando y no sabía a dónde ir hasta que recordé que mis hermanos Fred y George habían dicho que todos los objetos confiscados acababan en el despacho del señor Filch.

De Luz y Oscuridad. [Leer la nota Final Primero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora