De Luz y Oscuridad. [Leer la nota Final Primero]

Fin de curso

POV: Hermione Jane Granger

Todavía no podía terminar de creerme que quedase menos de una semana para acabar la escuela, exactamente tres días y el primer curso habría finalizado. No me sentía satisfecha, aunque rememorase lo especial que me sentí al saber que era una bruja, tampoco me tranquilizaba la cantidad de nuevos conocimientos que había obtenido en esos meses. Sólo había un inconveniente que estropeaba lo que significaría mi absoluta felicidad en otro momento, ese problema tenía nombre y apellido, concretamente Harry Potter.

Me sentía indignada y superada. Se suponía que a esas alturas ya debería haber manipulado al otro niño para que no destacase tanto y fuera leal seguidor del director, pero él siempre me dejaba en ridículo y cuando hacía amago de intentar alguna conversación estaba rodeado por otros Slytherin o por una chica Ravenclaw y no tenía oportunidad de intentar hacerme más cercana.

Pero debía reconocer que no se trataba solo de lo inaccesible que era el moreno, además sentía reticencia al estar en su presencia, puesto que me molestaba sobremanera que él me superase en absolutamente todos los exámenes y que los profesores no se reprimiesen en halagarle por sus conocimientos o por el impresionante poder que tenía para ser un niño de 11 años.

Aunque lo primero me importunaba lo segundo me consumía por dentro. ¿Cómo era posible que nunca pudiera superarle y los profesores solo se fijasen en él? ¡Yo permanecía casi todo el día en la biblioteca para aprenderme los libros! ¿Y qué hacía Harry? Él solo pasaba por la biblioteca cuando le apetecía sin ni siquiera llevar sus pergaminos para realizar los trabajos.

Lo que más me desesperaba era que los libros que solía coger (de los cuales tenía un registro porque en cuanto se marchaba le preguntaba a la bibliotecaria sobre ellos o los buscaba yo misma) eran demasiado complejos incluso para que yo los comprendiera y en cambio él pasaba las páginas y murmuraba cosas por lo bajo con aburrimiento como si ya lo supiera todo.

Me recarcomía que él fuera tan hábil en todos los aspectos porque eso suponía que, aunque odiase la idea, llegaría un punto en el que no me quedaría más remedio que reconocer que Harry era el prodigio que todos decían y mi orgullo me impedía poder hacer tal cosa. ¡Yo siempre había sido la mejor, no podía sucederme esto ahora!

De alguna manera tenía que vencerle y, ya no lo hacía solo por todas las promesas del director, lo hacía por interés personal, por poder regodearme al ver a Harry hundido, eso era lo que me motivaba a estudiar con más empeño. Demostraría que mi esfuerzo y dedicación eran superiores a las capacidades que él pudiera tener.

Caminé entre los silenciosos pasillos de la biblioteca hasta que encontré el libro que me había recomendado el director en la última reunión que tuve con él. Recordaba que me había dicho que la página 572 era particularmente interesante y si alguien con tantos conocimientos tan valiosos como el director decía que algo era interesante tendría que ser algo realmente relevante.

Cuando tomé el libro entre mis manos me senté sola en un rincón apartado del resto de las mesas para que nadie me interrumpiese y lo abrí pasando las páginas hasta que llegué a la que me había indicado el director abriendo los ojos estupefacta al darme cuenta de lo que leía.

En el libro se hablaba sobre Nicolas Flamel y la piedra filosofal, piedra capaz de convertir objetos en oro y proporcionar la inmortalidad para quien hiciera el elixir. ¿Por qué el director querría que leyera algo como eso? ¿Por qué ahora que casi se acababa el curso?

Entonces recordé que en anteriores reuniones el director, después de preguntarme si había conseguido algún avance con respecto a Harry, también siempre insistía en saber si él había estado merodeando por el tercer piso.